11 feb 2016

NOX VOLUMEN 3 CAPITULO 14


HOLA AQUÍ DE NUEVO LES SALUDA DAVID A-GATO.  LES TRAIGO UN CAPITULO MAS. APROVECHO PARA AGRADECER EL APOYO QUE HAN DEMOSTRADO HACIA ESTA NOVELA.















CAPITULO 14



Ahora sabiendo el nombre de sus futuros blancos, Jean pudo relajarse. Antes de regresar a la Academia Shade, en un callejón encontró a un integrante de la organización, después de obtener la dirección de uno de los dos restantes líderes, lo dejó ir para que les avisara. Jean quería infundirles miedo antes de encararlos.



Finalmente regresó a descansar y se acostó en su cama. La hora era cerca de las tres de la madrugada. Cuando empezaba a dormirse un intensó ruido le levantó. Inmediatamente tomó su sable de Mitril rojo y se dirigió a la fuente del ruido.




Fuertes impactos uno tras otro hacían temblar la puerta de entrada.



-(Muertos vivientes atacando este lugar. ¿Sería posible que él Nigromante que está detrás de estos incidentes, ya esté enterado que estoy tras él?)-.



Jean por un momento se quedó sin palabras.



-(No, este ataque debe ser por otra razón. Ese nigromante debe ser débil si tiene que confiar en estudiantes no capacitados para obtener coronas. En el mejor de lo casos solo podría poner sus manos en coronas de plata. Así que deduzco que es un mago de tercera)-.



Mientras el joven pensaba, golpes cada vez más fuertes resonaban en la entrada. Lo que fuera que estuviera intentando entrar, al parecer, no tenía la fuerza para llevar a cabo su objetivo. Esto era gracias a que Jean había fortificado el lugar con conjuros defensivos y barreras mágicas de todo tipo.



-Bueno, es de mala educación no recibir a los invitados-.



Con una sonrisa sin una pizca de miedo, Jean abrió la puerta. Delante de él un esqueleto blanco, de cuyas cuencas se escapaba un miasma amarillo, le recibió. En cada mano portaba una pequeña hoz, como la que usan los campesinos. Sin perder tiempo el no-muerto atacó al joven.



Jean con su sable de mitril bloqueó todos los ataques, cuando las armas entraban en contacto desprendían chispas que iluminaban los alrededores. En un momento las armas quedaron entrelazadas, tanto Jean como el esqueleto empujaban con todas sus fuerzas, el primero en romper este balance fue el joven, el esqueleto sin estar preparado perdió el equilibrio y cayó de bruces al suelo, lo que Jean aprovechó levantando su pie derecho y dejándolo caer en el cráneo de su oponente. Con un fuerte crack el cráneo del esqueleto se rompió y este dejó de moverse.



Sin embargo ese enemigo solo era uno de tantos. Delante de Jean lentamente apareció una docena más.



-¡Maestro dice matarte!-.



-Oh, ¿Y quién es tú maestro?-.



Si hubiese sido cualquier otro enemigo era improbable que revelaran el nombre de su maestro. Sin embargo Jean se dio cuenta que estos muertos vivientes eran de un nivel bajo, con poca inteligencia. Así que a menos que su amo les hubiera ordenado  de antemano expresamente no decir nada, era posible que se les soltara la boca. Por esa razón Jean decidió hacerles esa pregunta, quería saber, el nivel del idiota qué intentaría atacarlo con algo tan patético.



-Maestro llamarse Zi… Zin…algo. No poder recordar que-.



-Ya veo. Adelante, atáquenme si lo van a hacer. Quisiera dormir un poco-.



¡Gaaaaaaa!-.



Con un grito de guerra, todos los esqueletos se abalanzaron hacia Jean, él con movimientos suaves se escabulló en medio de ellos, esquivando sus ataques, doblando su cuerpo, desviando sus armas, de tal forma que todos sus ataques no solo erraron su blanco sino que terminaron destruyendo a sus propios compañeros. 



Cinco minutos después de iniciado el intercambio los restos de los esqueletos estaban regados por el suelo, sin embargo Jean no tuvo que atacarlos.




A pesar de eso, Jean se quedó en su lugar. Debido a los movimientos que hizo terminó en la plaza central de la Academia, ahí rodeándolo había siete bestias putrefactas que soltaban un gas verde y amarillo de sus cuerpos. Jean pudo reconocerlos, él salvo a un lobo de convertirse en esa atrocidad, se trataba de Inukamis.




-Más monstruos de bajo nivel. Que fastidio-.



Con desgana Jean comentó, luego corrió hacia sus enemigos con su sable en mano. Tres bestias saltaron mostrando sus asquerosos dientes, cuando Jean y ellos estuvieron a punto de chocar, el joven usó un conjuro.



Gracias a la oscuridad y a las farolas que iluminaban tenuemente el lugar, había una plenitud de sombras.



-“Paso de la Sombra”-.



El joven desapareció de la vista de sus enemigos y reapareció detrás de ellos. Inmediatamente contraatacó con un simple movimiento largo cortando a la mitad a las tres bestias, las cuales cayeron al suelo derramando su apestosa sangre y sus descompuestos órganos.



-Patético Zinn Pert, realmente patético-.



Jean sabía quién había enviado a esos muertos vivientes gracias a los anteriores esqueletos . De sus pláticas con Wolvi obtuvo todo lo que necesitaba saber.




-(Zinn te crees el pez más grande de todos, el problema es que nunca has salido de tu pequeña charca. Por lo tanto niño mimado no conoces a los terribles Leviatanes que surcan el insondable océano)-.



Jean no tenía intenciones de vengarse, de hecho estaba acostumbrado a lidiar con ese tipo de personas. Lo único que haría sería aplastar las esperanzas de Zinn, hasta que se diera cuenta de que su lugar estába en lo más bajo de la cadena alimenticia.



-¡Auuuuuuuuuuuu!-.



Las restantes bestias aullaron antes de atacarlo desde todas las direcciones, instintivamente se dieron cuenta de que sí atacaban solas perecerían. El joven repitió la misma táctica desapareciendo y reapareciendo desde las sombras, decapitando a los monstruos.




Después de la masacre unilateral Jean se sentó  cerca de una fuente cercana a esperar el siguiente movimiento de su compañero, cerca detectó un movimiento de mana, probablemente Zinn intentaba realizar una invocación.




Como Jean esperaba, varios círculos mágicos aparecieron alrededor de él cerca de veinte, de ellos surgieron zombis. Cadáveres de hombres y mujeres en estado de putrefacción se arrastraron hacia él.



El joven aunque estaba rodeado suspiró en franco aburrimiento. Extendiendo su mano derecha de su palma empezó a brotar fuego. Uno después de otro Jean derribó a los zombis con esferas de fuego, sin siquiera moverse de su lugar, los zombies eran tan lentos que no podían esquivar sus ataques.



Los muertos vivientes se quemaron hasta las cenizas en cuestión de segundos.



-Jean ¿Qué está pasando aquí?-.



Al mismo tiempo dos voces femeninas le hicieron la misma pregunta.




Sila y Wolvi aparecieron desde las sombras y se acercaron a Jean. Sila iba vestida con una larga pijama de seda negra que dejaba ver todo lo que había debajo. Jean se dio cuenta que detrás de eso no había nada más. Ante esto sus ojos mostraron una ligera flama de lujuria. Wolvi por su parte llevaba una pijama de color café de dos piezas, camisa y pantalón. Por alguna razón la camisa se pegaba a su pecho enmarcando su feminidad.




-No pasa nada Sila, Wolvi, solo un idiota que no conoce su lugar-.




A lo lejos el joven pudo sentir como Zinn Pert se alejaba.



-Mmm, ¿Por qué me miran tan intensamente?-.



Jean se extrañó ante la mirada que Sila y Wolvi le dirigían. Él se encontraba solo con pantalones, con el dorso descubierto.




-Discúlpame, no fue mi intención-.



Wolvi inmediatamente dirigió su mirada hacia otro lugar.



-Lo siento, es que al verte con tu dorso descubierto, no pude evitar admirarte-.



Sila fue más sincera con sus sentimientos.



-Eres extraña, mi cuerpo solo tiene cicatrices por doquier, ¿Qué tiene eso de atractivo?-.



-Eso solo demuestra lo valiente que eres y lo duro que has trabajado para estar donde estás-.



Wolvi asintió ante las palabras de su compañera




-Gracias por halagarme. Supongo que yo también debería decir algo sobre ti-.



Jean tomó una pose filosófica, como si estuviera pensando algo muy profundo, después continuó hablando.



-Bueno, a pesar de la tenue luz, puedo ver lo que está debajo de esa pijama de seda y… me gusta lo que veo-.



El cuerpo de Sila enrojeció de pies a cabeza.



-¡Ehhhh!?-.



-No hagas ruido Sila, o despertarás a los demás. Y no quiero que nadie vea el cuerpo de mi novia de esta manera más que yo-.




Ante esas palabras Sila con sus pequeñas manos se tapó la boca, mientras le dirigía una mirada de reproche a su novio.




Wolvi en ese momento se sintió totalmente incomoda.




-Supongo que debemos regresar a nuestras habitaciones. Sila, Wolvi si quieren pueden acompañarme, después de todo me imagino que la persona que me atacó podría hacer algo contra ustedes-.



-¿Estás hablando en serio?-.




Wolvi fue la primera en preguntar.



-Si, la persona que hizo todo esto, ya conoce sus rostros. Estaría más tranquilo si pasáramos la noche juntos. Definitivamente no es por qué tenga una razón oculta-.



Y en realidad Jean no tenía malas intenciones.



Él no era obtuso, durante clases y durante las cenas, él se dio cuenta de la mirada llena de lujuria y malas intenciones que Zinn Pert les dirigía. Cuando Sila declaró que él era su novio, de alguna forma esperaba algún tipo de respuesta por parte de esa persona.




-En ese caso tomaré la invitación-.



Sila estuvo inmediatamente de acuerdo y sin perder tiempo se dirigió hacia la habitación de Jean.



-Gracias, pero no quiero hacer mala compañía entre Sila y tú-.



Por otro lado Wolvi tenía sentimientos conflictivos.



-¿Por qué razón?-.



El joven le presionó por una respuesta.



Tímidamente la otra señorita respondió.



-Bueno. Tú y Sila son novios. Así que yo…-.



Jean entendiendo el predicamento de la señorita, se acercó y le susurró en el oído.




-Sila me dio permiso de tener otras mujeres, así que no debería haber ningún problema ¿Verdad?-.



-¿Eh?-.



Completamente inmóvil Wolvi intentó procesar lo que acaba de escuchar, sin embargo Jean no le dio tiempo arrastrándola de la mano la llevo a su habitación.



Dentro como era de esperar en su cama ya se encontraba Sila.



-Sila, ¿Te parece si los tres dormimos en la misma cama?-.




Jean preguntó con una gran sonrisa en su rostro.



Después de pensarlo por unos instantes Sila respondió.




-Está bien, pero recuerda que yo voy primero-.



-Definitivamente a sí será-.



Escuchando ese extraño y lleno de significado intercambio de palabras, el corazón de Wolvi entró en pánico.




-(¡Espera un momento, ¿Los tres en la misma cama? ¿Primero va Sila? ¿Qué está pasando aquí?!)-.




-Vamos Wolvi no tengas pena, intentemos aliviar la debilidad del cuerpo-.




Jean nuevamente le susurró al oído, ante ese intimo acto todo el cuerpo de Wolvi vibró, sin darle tiempo a que se recuperara el joven la cargo como princesa y la depositó en la cama, con eso Wolvi dejó de razonar.




La razón por la cual Jean se comportaba de esta manera era debido a que no quería que alguna de las dos se negara, y regresaran por su cuenta a sus habitaciones poniéndose innecesariamente en peligro.




Él no tenía ningún plan de dormir en la cama con dos hermosas señoritas, al menos no en contra de su voluntad.




-Bueno nos vemos, dormiré en otra habitación si necesitan algo, no duden en hablarme-.




Cuando las dos señoritas lo escucharon decir eso inmediatamente se levantaron enojadas y tomaron a Jean una de cada brazo y lo arrastraron en la cama.




-¡Esperen! ¿Qué están haciendo?-.




-¡Te enseñaremos a no jugar con nuestros sentimientos!-.




Sila no dejaría escapar está oportunidad, a diferencia de con sus anteriores novios con los que no fue más lejos que tomarse de las manos, en esta ocasión estaba segura de que Jean era el hombre de su vida.




-¡Así, es. Yo ya había preparado mi corazón! ¡No puedes simplemente huír!-.




Wolvi también no dejaría que se burlaran de ella, por la forma en que Jean la trató, estaba segura de que sabía que ella estaba interesada en él. Y si Sila estaba de acuerdo entonces no habría ningún problema.





-¡No, esperen! Esto puede acabar muy mal-.




-Ese es el plan-.



Sila declaró sin piedad.



Las dos señoritas usando toda su  fuerza dominaron al joven sobre la cama.



-¡¿De dónde rayos sacan tanta fuerza?!-.



Incluso Jean se asombró ante este hecho.



-¡Es el poder del amor!-.




Al final el joven terminó sin poder hacer nada entregándose a la voluntad de las doncellas. Si intentase liberarse y usara más fuerza de la debida podría lastimarlas. En todo caso si esa era la voluntad de ellas, nadie podría decirle que hizo algo indebido después.




Sila se forzó en los labios de Jean y apasionadamente le besó. Por su parte Wolvi también beso al joven en su torso y lentamente bajó al abdomen acariciando íntimamente cada cicatriz.




El cuerpo del joven poco a poco se entregó a las placenteras sensaciones.




-(Esto está mal, es muy apresurado. Solo las conozco de hace unos días.)-.




Un rincón de su moral aún intentaba resistirse. Sila ignorando el caos en la mente de Jean, mordió la oreja de su novio juguetonamente.




Jean sintió un dolor agudo pero también agradable.




Mientras las dos señoritas estaban en lo suyo, Jean se dio cuenta de que sus manos habían sido liberadas. Cuando Sila intentó quitarle el resto de la ropa con la ayuda de Wolvi, Jean entendió que era hora de ponerle un alto a la situación.




Lentamente acercó sus manos al cuello de cada señorita y comenzó a acariciarles, algo a lo que ellas no pusieron resistencia, finalmente cuando se confiaron, el joven les apretó un punto de presión y ellas perdieron la consciencia, no sin antes soltar un excitante gemido.




Jean suspiró aliviado, pero por alguna razón también se sentía decepcionado. Incluso se preguntaba si hizo lo correcto.






7 comentarios:

  1. noooooo me esperaba una escena h pero bueno sera para la próxima.............gracias por el capitulo!!!!!!!!!

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  2. donde se fue nuestra escena porn* ligera D:

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  3. nooooooooo rayos esperaba una esscena h, no viejo no me hagas esto

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  4. nooooooooo rayos esperaba una esscena h, no viejo no me hagas esto

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  5. donde esta tu honor, como te atreves a volverlo un semi princeso joder :/

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  6. ¡¡¡¡¡DONDE ESTA TU HONIR SOLDADO!!!!!

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  7. Cuando eres badass en las peleas, pero un poco princeso.

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