HOLA AQUÍ DE NUEVO LES SALUDA DAVID A-GATO. LES TRAIGO UN CAPITULO MAS. APROVECHO PARA AGRADECER EL APOYO QUE HAN DEMOSTRADO HACIA ESTA NOVELA.
CAPITULO 14
Ahora sabiendo el nombre de
sus futuros blancos, Jean pudo relajarse. Antes de regresar a la Academia Shade,
en un callejón encontró a un integrante de la organización, después de obtener
la dirección de uno de los dos restantes líderes, lo dejó ir para que les
avisara. Jean quería infundirles miedo antes de encararlos.
Finalmente regresó a
descansar y se acostó en su cama. La hora era cerca de las tres de la
madrugada. Cuando empezaba a dormirse un intensó ruido le levantó.
Inmediatamente tomó su sable de Mitril rojo y se dirigió a la fuente del ruido.
Fuertes impactos uno tras
otro hacían temblar la puerta de entrada.
-(Muertos vivientes atacando
este lugar. ¿Sería posible que él Nigromante que está detrás de estos
incidentes, ya esté enterado que estoy tras él?)-.
Jean por un momento se quedó
sin palabras.
-(No, este ataque debe ser
por otra razón. Ese nigromante debe ser débil si tiene que confiar en
estudiantes no capacitados para obtener coronas. En el mejor de lo casos solo
podría poner sus manos en coronas de plata. Así que deduzco que es un mago de
tercera)-.
Mientras el joven pensaba, golpes
cada vez más fuertes resonaban en la entrada. Lo que fuera que estuviera intentando
entrar, al parecer, no tenía la fuerza para llevar a cabo su objetivo. Esto era
gracias a que Jean había fortificado el lugar con conjuros defensivos y
barreras mágicas de todo tipo.
-Bueno, es de mala educación
no recibir a los invitados-.
Con una sonrisa sin una
pizca de miedo, Jean abrió la puerta. Delante de él un esqueleto blanco, de
cuyas cuencas se escapaba un miasma amarillo, le recibió. En cada mano portaba
una pequeña hoz, como la que usan los campesinos. Sin perder tiempo el no-muerto atacó al joven.
Jean con su sable de mitril
bloqueó todos los ataques, cuando las armas entraban en contacto desprendían
chispas que iluminaban los alrededores. En un momento las armas quedaron
entrelazadas, tanto Jean como el esqueleto empujaban con todas sus fuerzas, el
primero en romper este balance fue el joven, el esqueleto sin estar preparado
perdió el equilibrio y cayó de bruces al suelo, lo que Jean aprovechó
levantando su pie derecho y dejándolo caer en el cráneo de su oponente. Con un
fuerte crack el cráneo del esqueleto se rompió y este dejó de moverse.
Sin embargo ese enemigo solo
era uno de tantos. Delante de Jean lentamente apareció una docena más.
-¡Maestro dice matarte!-.
-Oh, ¿Y quién es tú
maestro?-.
Si hubiese sido cualquier
otro enemigo era improbable que revelaran el nombre de su maestro. Sin embargo
Jean se dio cuenta que estos muertos vivientes eran de un nivel bajo, con poca
inteligencia. Así que a menos que su amo les hubiera ordenado de antemano expresamente no decir nada, era
posible que se les soltara la boca. Por esa razón Jean decidió hacerles esa
pregunta, quería saber, el nivel del idiota qué intentaría atacarlo con algo
tan patético.
-Maestro llamarse Zi…
Zin…algo. No poder recordar que-.
-Ya veo. Adelante, atáquenme
si lo van a hacer. Quisiera dormir un poco-.
¡Gaaaaaaa!-.
Con un grito de guerra,
todos los esqueletos se abalanzaron hacia Jean, él con movimientos suaves se
escabulló en medio de ellos, esquivando sus ataques, doblando su cuerpo,
desviando sus armas, de tal forma que todos sus ataques no solo erraron su
blanco sino que terminaron destruyendo a sus propios compañeros.
Cinco minutos
después de iniciado el intercambio los restos de los esqueletos estaban regados
por el suelo, sin embargo Jean no tuvo que atacarlos.
A pesar de eso, Jean se
quedó en su lugar. Debido a los movimientos que hizo terminó en la plaza
central de la Academia, ahí rodeándolo había siete bestias putrefactas que
soltaban un gas verde y amarillo de sus cuerpos. Jean pudo reconocerlos, él
salvo a un lobo de convertirse en esa atrocidad, se trataba de Inukamis.
-Más monstruos de bajo
nivel. Que fastidio-.
Con desgana Jean comentó,
luego corrió hacia sus enemigos con su sable en mano. Tres bestias saltaron
mostrando sus asquerosos dientes, cuando Jean y ellos estuvieron a punto de
chocar, el joven usó un conjuro.
Gracias a la oscuridad y a
las farolas que iluminaban tenuemente el lugar, había una plenitud de sombras.
-“Paso de la Sombra”-.
El joven desapareció de la
vista de sus enemigos y reapareció detrás de ellos. Inmediatamente contraatacó
con un simple movimiento largo cortando a la mitad a las tres bestias, las
cuales cayeron al suelo derramando su apestosa sangre y sus descompuestos
órganos.
-Patético Zinn Pert,
realmente patético-.
Jean sabía quién había
enviado a esos muertos vivientes gracias a los anteriores esqueletos . De sus
pláticas con Wolvi obtuvo todo lo que necesitaba saber.
-(Zinn te crees el pez más
grande de todos, el problema es que nunca has salido de tu pequeña charca. Por
lo tanto niño mimado no conoces a los terribles Leviatanes que surcan el
insondable océano)-.
Jean no tenía intenciones de
vengarse, de hecho estaba acostumbrado a lidiar con ese tipo de personas. Lo
único que haría sería aplastar las esperanzas de Zinn, hasta que se diera
cuenta de que su lugar estába en lo más bajo de la cadena alimenticia.
-¡Auuuuuuuuuuuu!-.
Las restantes bestias
aullaron antes de atacarlo desde todas las direcciones, instintivamente se
dieron cuenta de que sí atacaban solas perecerían. El joven repitió la misma
táctica desapareciendo y reapareciendo desde las sombras, decapitando a los monstruos.
Después de la masacre unilateral
Jean se sentó cerca de una fuente
cercana a esperar el siguiente movimiento de su compañero, cerca detectó un
movimiento de mana, probablemente Zinn intentaba realizar una invocación.
Como Jean esperaba, varios
círculos mágicos aparecieron alrededor de él cerca de veinte, de ellos
surgieron zombis. Cadáveres de hombres y mujeres en estado de putrefacción se
arrastraron hacia él.
El joven aunque estaba
rodeado suspiró en franco aburrimiento. Extendiendo su mano derecha de su palma
empezó a brotar fuego. Uno después de otro Jean derribó a los zombis con
esferas de fuego, sin siquiera moverse de su lugar, los zombies eran tan lentos
que no podían esquivar sus ataques.
Los muertos vivientes se
quemaron hasta las cenizas en cuestión de segundos.
-Jean ¿Qué está pasando
aquí?-.
Al mismo tiempo dos voces femeninas le
hicieron la misma pregunta.
Sila y Wolvi aparecieron
desde las sombras y se acercaron a Jean. Sila iba vestida con una larga pijama
de seda negra que dejaba ver todo lo que había debajo. Jean se dio cuenta que detrás de eso no había nada más. Ante esto sus ojos mostraron una ligera flama de
lujuria. Wolvi por su parte llevaba una pijama de color café de dos piezas,
camisa y pantalón. Por alguna razón la camisa se pegaba a su pecho enmarcando
su feminidad.
-No pasa nada Sila, Wolvi,
solo un idiota que no conoce su lugar-.
A lo lejos el joven pudo
sentir como Zinn Pert se alejaba.
-Mmm, ¿Por qué me miran tan
intensamente?-.
Jean se extrañó ante la
mirada que Sila y Wolvi le dirigían. Él se encontraba solo con pantalones, con
el dorso descubierto.
-Discúlpame, no fue mi
intención-.
Wolvi inmediatamente dirigió
su mirada hacia otro lugar.
-Lo siento, es que al verte
con tu dorso descubierto, no pude evitar admirarte-.
Sila fue más sincera con sus
sentimientos.
-Eres extraña, mi cuerpo
solo tiene cicatrices por doquier, ¿Qué tiene eso de atractivo?-.
-Eso solo demuestra lo
valiente que eres y lo duro que has trabajado para estar donde estás-.
Wolvi asintió ante las
palabras de su compañera
-Gracias por halagarme.
Supongo que yo también debería decir algo sobre ti-.
Jean tomó una pose
filosófica, como si estuviera pensando algo muy profundo, después continuó
hablando.
-Bueno, a pesar de la tenue
luz, puedo ver lo que está debajo de esa pijama de seda y… me gusta lo que
veo-.
El cuerpo de Sila enrojeció
de pies a cabeza.
-¡Ehhhh!?-.
-No hagas ruido Sila, o
despertarás a los demás. Y no quiero que nadie vea el cuerpo de mi novia de
esta manera más que yo-.
Ante esas palabras Sila con
sus pequeñas manos se tapó la boca, mientras le dirigía una mirada de reproche
a su novio.
Wolvi en ese momento se
sintió totalmente incomoda.
-Supongo que debemos
regresar a nuestras habitaciones. Sila, Wolvi si quieren pueden acompañarme,
después de todo me imagino que la persona que me atacó podría hacer algo contra
ustedes-.
-¿Estás hablando en serio?-.
Wolvi fue la primera en
preguntar.
-Si, la persona que hizo
todo esto, ya conoce sus rostros. Estaría más tranquilo si pasáramos la noche
juntos. Definitivamente no es por qué tenga una razón oculta-.
Y en realidad Jean no tenía
malas intenciones.
Él no era obtuso, durante
clases y durante las cenas, él se dio cuenta de la mirada llena de lujuria y
malas intenciones que Zinn Pert les dirigía. Cuando Sila declaró que él era su
novio, de alguna forma esperaba algún tipo de respuesta por parte de esa
persona.
-En ese caso tomaré la
invitación-.
Sila estuvo inmediatamente
de acuerdo y sin perder tiempo se dirigió hacia la habitación de Jean.
-Gracias, pero no quiero
hacer mala compañía entre Sila y tú-.
Por otro lado Wolvi tenía
sentimientos conflictivos.
-¿Por qué razón?-.
El joven le presionó por una
respuesta.
Tímidamente la otra señorita
respondió.
-Bueno. Tú y Sila son
novios. Así que yo…-.
Jean entendiendo el
predicamento de la señorita, se acercó y le susurró en el oído.
-Sila me dio permiso de
tener otras mujeres, así que no debería haber ningún problema ¿Verdad?-.
-¿Eh?-.
Completamente inmóvil Wolvi
intentó procesar lo que acaba de escuchar, sin embargo Jean no le dio tiempo
arrastrándola de la mano la llevo a su habitación.
Dentro como era de esperar
en su cama ya se encontraba Sila.
-Sila, ¿Te parece si los tres
dormimos en la misma cama?-.
Jean preguntó con una gran
sonrisa en su rostro.
Después de pensarlo por unos
instantes Sila respondió.
-Está bien, pero recuerda
que yo voy primero-.
-Definitivamente a sí será-.
Escuchando ese extraño y
lleno de significado intercambio de palabras, el corazón de Wolvi entró en
pánico.
-(¡Espera un momento, ¿Los
tres en la misma cama? ¿Primero va Sila? ¿Qué está pasando aquí?!)-.
-Vamos Wolvi no tengas pena,
intentemos aliviar la debilidad del cuerpo-.
Jean nuevamente le susurró
al oído, ante ese intimo acto todo el cuerpo de Wolvi vibró, sin darle tiempo a
que se recuperara el joven la cargo como princesa y la depositó en la cama, con
eso Wolvi dejó de razonar.
La razón por la cual Jean se
comportaba de esta manera era debido a que no quería que alguna de las dos se
negara, y regresaran por su cuenta a sus habitaciones poniéndose
innecesariamente en peligro.
Él no tenía ningún plan de
dormir en la cama con dos hermosas señoritas, al menos no en contra de su
voluntad.
-Bueno nos vemos, dormiré en
otra habitación si necesitan algo, no duden en hablarme-.
Cuando las dos señoritas lo
escucharon decir eso inmediatamente se levantaron enojadas y tomaron a Jean una
de cada brazo y lo arrastraron en la cama.
-¡Esperen! ¿Qué están
haciendo?-.
-¡Te enseñaremos a no jugar
con nuestros sentimientos!-.
Sila no dejaría escapar está
oportunidad, a diferencia de con sus anteriores novios con los que no fue más
lejos que tomarse de las manos, en esta ocasión estaba segura de que Jean era
el hombre de su vida.
-¡Así, es. Yo ya había
preparado mi corazón! ¡No puedes simplemente huír!-.
Wolvi también no dejaría que
se burlaran de ella, por la forma en que Jean la trató, estaba segura de que sabía
que ella estaba interesada en él. Y si Sila estaba de acuerdo entonces no
habría ningún problema.
-¡No, esperen! Esto puede
acabar muy mal-.
-Ese es el plan-.
Sila declaró sin piedad.
Las dos señoritas usando
toda su fuerza dominaron al joven sobre
la cama.
-¡¿De dónde rayos sacan
tanta fuerza?!-.
Incluso Jean se asombró ante
este hecho.
-¡Es el poder del amor!-.
Al final el joven terminó
sin poder hacer nada entregándose a la voluntad de las doncellas. Si intentase
liberarse y usara más fuerza de la debida podría lastimarlas. En todo caso si
esa era la voluntad de ellas, nadie podría decirle que hizo algo indebido
después.
Sila se forzó en los labios
de Jean y apasionadamente le besó. Por su parte Wolvi también beso al joven en
su torso y lentamente bajó al abdomen acariciando íntimamente cada cicatriz.
El cuerpo del joven poco a poco
se entregó a las placenteras sensaciones.
-(Esto está mal, es muy
apresurado. Solo las conozco de hace unos días.)-.
Un rincón de su moral aún
intentaba resistirse. Sila ignorando el caos en la mente de Jean, mordió la
oreja de su novio juguetonamente.
Jean sintió un dolor agudo
pero también agradable.
Mientras las dos señoritas
estaban en lo suyo, Jean se dio cuenta de que sus manos habían sido liberadas. Cuando
Sila intentó quitarle el resto de la ropa con la ayuda de Wolvi, Jean entendió
que era hora de ponerle un alto a la situación.
Lentamente acercó sus manos al
cuello de cada señorita y comenzó a acariciarles, algo a lo que ellas no
pusieron resistencia, finalmente cuando se confiaron, el joven les apretó un
punto de presión y ellas perdieron la consciencia, no sin antes soltar un
excitante gemido.
Jean suspiró aliviado, pero
por alguna razón también se sentía decepcionado. Incluso se preguntaba si hizo
lo correcto.
noooooo me esperaba una escena h pero bueno sera para la próxima.............gracias por el capitulo!!!!!!!!!
ResponderEliminardonde se fue nuestra escena porn* ligera D:
ResponderEliminarnooooooooo rayos esperaba una esscena h, no viejo no me hagas esto
ResponderEliminarnooooooooo rayos esperaba una esscena h, no viejo no me hagas esto
ResponderEliminardonde esta tu honor, como te atreves a volverlo un semi princeso joder :/
ResponderEliminar¡¡¡¡¡DONDE ESTA TU HONIR SOLDADO!!!!!
ResponderEliminarCuando eres badass en las peleas, pero un poco princeso.
ResponderEliminar