13 ene 2016

NOX VOLUMEN 3 CAPITULO 8




HE AQUÍ UN CAPITULO MAS. DISFRUTENLO. MAÑANA PUBLICARÉ OTRO.








CAPITULO 8



Jean y Wolvi aprovecharon el pequeño receso entre clases y decidieron tomar un aperitivo en el comedor de la academia.



-Señorita Licaon, podría decirme ¿Quién es esa persona que no deja de vernos?-.



-Ese es Zinn Pert, él piensa que es superior a todos, su carácter es desagradable, personalmente no aconsejo relacionarse con alguien así. Simplemente no vale la pena. Cambiando de tema Nox. Podrías decirme ¿dónde aprendiste los círculos originales?-.



- Donde vivía antes había unas ruinas antiguas, la mayor parte del tiempo hacia excursiones para obtener los tesoros que se ocultaban ahí o simplemente me dedicaba a asesinar a los guardianes para obtener coronas, tambien todo tipo de sabios vivían ahí-.-.




-¿Asesinar guardianes? ¿Te refieres a los guardianes de piso?-.



-Sí, esa es la forma más fácil de obtener conocimiento y habilidades-.



-Me pregunto de qué lugar hablas-.



Con un aire de misterio Jean respondió.



-Un lugar que no aparece en los mapas-.



Intrigada Wolvi decidió presionarle.



-Vamos no hace mal que me lo digas-.



-Créeme realmente no aparece en los mapas, no es  un lugar muy popular-.



La bella doncella no hizo mas preguntas.



La siguiente clase que tomaron sería sobre “Maldiciones”.



El profesor en esta ocasión era bastante joven probablemente apenas en sus treinta. De tez blanca y cabello rubio, con grandes ojeras debajo de sus ojos azules, después de que todos estuvieron sentados su clase comenzó.




-Buenas noches a todos, hoy tengo algo interesante que mostrarles pero primero necesitaré ver, si estudiaron adecuadamente-.



El profesor dio un bostezo cubriendo su boca con la mano derecha, inmediatamente comenzó a pasar su vista sobre todos sus alumnos, finalmente señaló a Jean.



-Tú, el que está a lado de la Señorita Licaon, veo que eres nuevo. ¿Podrías presentarte?-.



-Buenas noches, mi nombre es Jean Nox Crow, y tal como dice soy nuevo en este lugar-.



-Ok. Es raro tener estudiantes transferidos, de hecho es muy raro tener estudiantes en este lugar-.



El profesor nuevamente comenzó a bostezar.



-Bueno como sea,  dime ¿Cómo se clasifican las maldiciones?-.



-Se clasifican en dos tipos, mayores y menores. Las mayores se basan en el concepto de los pecados capitales, las menores en aspectos negativos variados de la vida y la muerte-.



-Dame un ejemplo de cada uno-.



-Por ejemplo la maldición mayor basada en el pecado de la gula hace que el ser que la sufra, devore todo compulsivamente, hasta que finalmente su estómago e intestinos revientan. Una maldición menor sería por ejemplo la del hambre, cualquier alimento que uno intente llevarse a la boca se vuelve polvo, haciendo que uno muera de hambre lentamente-.



-Muy bien, coincidentemente ahora mismo les mostraré una aplicación de la maldición del hambre-.



A un lado del profesor se encontraba una jaula tapada con una manto negro, en ese preciso instante el educador la retiró.



Dentro había un lobo negro sin embargo su aspecto era triste, se encontraba famélico sus costillas y demás huesos se podían ver perfectamente, había perdido la mayor parte de su pelaje y en sus ojos se podía ver la locura.



Wolvi que desde que entró al salón no separaba sus ojos de la jaula apretó fuertemente sus manos hasta que sus uñas lastimaron su piel y la hicieron sangrar. Jean no dejó pasar ese detalle.



-Observen con atención, le daré de comer y podrán ver como la maldición actúa-.



De una caja cercana el profesor sacó una codorniz desplumada y la acercó a la jaula, el lobo olisqueó el aire y al sentir la comida, inmediatamente se abalanzó sacando lo más que pudo el hocico de su jaula. Y aunque logró darle una mordida, inmediatamente después el alimento se prendió en llamas y se convirtió en cenizas.



Ante esa escena el lobo soltó un lastimero aullido.



Los alumnos tenían expresiones encontradas.



Wolvi Licaon apartó la vista, no podía seguir mirando aquello.         



-Siempre he pensado que la práctica es mejor que solo leer las cosas en los libros .Creo que esto demuestra lo poderoso de las maldiciones. Ésta en particular no tiene una forma de ser retirada-.



Cuando Jean escuché eso decidió actúar.



-Profesor disculpe mi insolencia. No pretendo hablar como si supiera todo, pero si existen formas de remover esa maldición. Al menos conozco dos-.



-¿Oh? ¿En serio? Adelante dime como-.



- La primera forma es con las bendiciones divinas de los grandes paladines-.



-Ya veo podría ser posible con algo así, pero incluso a un gran paladín le sería difícil. Además en una situación real no puedes esperar tener a uno a tu lado-.



El profesor respondió con un ligero tono de burla



-Estoy totalmente de acuerdo, pero falta que le diga el segundo método-.



-¿Cuál sería ese?-.



-Si me lo permite puedo mostrarle en este preciso instante-.



-Ok, pero si pasa algo malo no tendré la culpa-.



-No pasará nada-.



Jean bajo hasta quedar cerca de la jaula, de su ropa sacó una daga con la que se picó la yema de su dedo índice derecho, después comenzó a escribir algunos símbolos sobre el arma con su sangre. Terminado el proceso cantó un conjuró sobre el lobo.



-“El más grande y valeroso guerrero, sacrificando un brazo ataste al gran mal hasta los tiempos del Ragnarok, por tu inmensa bravura te pido hagas lo mismo con la bestia delante de mí”-.



Cadenas aparecieron de la nada y se enroscaron alrededor del cuerpo del lobo inmovilizándolo por completo. El profesor solo se quedó observando detenidamente las acciones de su alumno.



El joven se acercó hasta poner su mano en el cuello de la bestia, y con la otra ágilmente clavo la daga en un costado.



Los demás estudiantes no sabían como responder. Inmediatamente las carcajadas de Zinn Pert llenaron todo el lugar.




-Jajaja. ¡Matar al animal para sacarlo de su miseria, ¿Ese era tu plan?! ¡Cualquiera podría haberlo hecho!-.



Dicho eso continuó riendo, mientras sostenía su inmensa barriga. Jean decidió ignorarlo y unos segundos después retiró la daga del cuerpo de la bestia y se la mostró al profesor.




La hoja de la daga ahora emanaba una luz color ámbar oscuro.



-Profesor. Este es el segundo método, y a pesar de las apariencias no tomé la vida del lobo, le aseguro que ni siquiera podrá encontrar la herida de entrada. Puede verificarlo usted mismo-.



El educador se movió para verificarlo y después de constatar que las palabras de Jean eran ciertas, tomó otra codorniz de la caja. Jean viendo la intención del hombre, inmediatamente liberó al lobo de sus cadenas.



El profesor le arrojó el alimento por segunda ocasión, y como en la vez anterior el lobo la atacó sin desperdiciar ni un segundo. En ese momento todo esperaban que el alimento se transformara en ceniza,… eso nunca pasó. El mismo lobo al darse cuenta de esto, soltó un nuevo aullido pero este era distinto, estaba lleno de alivio y felicidad. Enfrente de todos devoró su comida, una que había tardado en llegar por muchos, muchos días.



Wolvi Licaon vio todas las acciones de Jean sin despegar la mirada, cuando él atacó al animal con su daga, ella realmente pensó que lo hizo para sacar al animal de su miseria. Nunca pensó que realmente lo liberaría de su maldición. Ahora mismo tenía ambas manos cubriendo su boca, algunas lágrimas caían desde sus ojos. No podía contener sus emociones.



-Jean Nox Crow, por favor explícanos ¿Qué fue lo que hiciste?-.



-Transformé mi daga en un arma fantasmal, de esa forma pude atacar el alma del lobo sin dañar su carne, después absorbí en la daga la maldición que estaba dentro de su alma-.



-¿Arma fantasmal? ¿Absorber la maldición? Nunca había escuchado de tal cosa. Pero como dice el dicho siempre se aprende algo nuevo-.



-Profesor ¿puedo hacerle una pregunta?-.



-Adelante, si puedo responderla lo haré-.



-¿Estaba intentando crear un Inukami?-.



-Efectivamente-.



-En ese caso, ahora que este lobo está libre de la maldición, si usted quisiera ponerla nuevamente, el animal no soportaría el proceso. Me temo que he arruinado su trabajo-.



-No del todo, siempre puedo conseguir otro ejemplar-.



-Ya veo, coincidentemente yo estaba buscando un perro o en este caso un lobo, para transfórmarlo en un Fidelis Canis, pero para ello necesito que el animal este sumamente agradecido conmigo para que funcione. Creo que este ejemplar cumple con los requerimientos necesarios-.




-No sé qué es un Fidelis Canis, pero dado que ya no me sirve más puedes quedártelo-.



-Muchas gracias profesor. Sin embargo me enseñaron a nunca aceptar algo sin dar otra cosa a cambio. Si usted está de acuerdo puedo crearle un  Komainu como intercambio por el lobo, y también como una disculpa por arruinar su trabajo. Un Komainu es mucho más poderoso que un Inukami-.



-¿Un Komainu? ¿Acaso eres un fabricante de familiares?-.



Jean respondió con confidencia.



-Conozco una o dos cosas-.



-Ok, me parece un buen trato. Jean Nox Crow. Esperaré con ansias ver tu trabajo-



El profesor de Maldiciones, decidió grabar perfectamente el nombre de este estudiante.



La clase continuó por un tiempo más, a su final Jean ató nuevamente al lobo, y cargó la jaula, llevándolo a su laboratorio. El profesor le regaló la jaula junto con la caja que contenía algunas perdices.



En todo el camino Wolvi Licaon le acompañó en silencio, muchas veces quiso hablarle, ya sea para preguntarle el porqué de sus acciones o simplemente para agradecerle que haya salvado al animal pero las palabras no salían de su boca.



Ella también sabía que el profesor Ster ya no intentaría hacer lo mismo con otro lobo, ya que Jean le había prometido algo mejor, un familiar creado a partir de materiales inertes en vez de seres vivos. ¿Qué era un fidelis Canis?, eso no lo sabía, pero estaba segura que Nox no albergaba malas intenciones para con el pobre animal.




El tiempo de receso entre clases pasó rápidamente, Jean y Wolvi regresaron a la Academia, no sin antes liberarle del conjuro de atadura y dejarle abundante comida al famélico lobo.




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-Sina necesitamos hablar, no me iré de aquí hasta que me escuches-.



La bella mujer elfo estaba confrontando a su hermana mayor en la oficina del director.



-¡Nada de eso! ¡¿Qué quieres de mí? ¿Qué les dé mi bendición?!-.



-¡Por veinteava vez, No es lo que crees!-.



-¿Y entonces que es? ¿Quieres hablar sobre si será niño o niña?-.



-¡Maldición eres una persona muy terca, nunca confías en mí!-.



-¡Y es obvio el por qué! ¡Fui a llevarte el desayuno y te encontré con él en la cama, yo no estoy mal aquí, la que está mal eres tú!-.




-¿Y cuál es el problema? ¡Ya estoy lo suficientemente grandecita como para hacer lo que quiera! ¡Además nuestro padre conoció a tu madre cuando ella era solo un estudiante!-.




La directora recibió un duro golpe, por un momento no sabía que responder.



-Bueno..eso…eso es verdad. ¡Pero, esos eran otros tiempos!-.



-Las leyes naturales son las mismas sin importar el paso del tiempo-.



-¡No y no!, nuestro padre esperó a que mi madre terminara la escuela-.



-Tu madre era muy inteligente y avanzó un grado o dos antes de entrar a esta Academia, cuando terminó tenía 16 años y 17 cuando naciste tú. ¡Yo ya tengo casi  un siglo de edad!-.



La anciana semielfo recibió otro  duro golpe.



-¡Pero ellos intercambiaron sus votos de amor cuando ella cumplió la mayoría de edad! ¡Y ese sujeto…Jean Nox Crow solo tiene 16 años! ¡Es decir es menor de edad!-.



-¡En ese caso yo hice mal y debo tomar la responsabilidad por mis acciones! ¡Él es inocente en cualquier caso! ¡Afortunadamente el embarazo de un elfo dura casi un año, fácilmente puedo esperar a que cumpla 17 años y casarme después!-.




Sena Seyd ante la actitud de su hermana mayor olvidó por completo que estaba ahí para hablar la verdad, pero en su lugar decidió mostrar su faceta rebelde, estaba realmente muy molesta.



Por tercera vez la directora recibió un gancho al hígado.



-No estarás hablando en serio…-.



-Tú que crees-.



Sina Seyd comenzó a reír como lunática.



-Jajaja.  Sabes Sena… ¡No habrá boda si no hay novio! ¡Me desharé de ese infeliz! ¡Ahora mismo me percaté de que ha regresado a los dormitorios!-.



Con eso dicho la directora salió corriendo de su oficina, con la intención de aniquilar a Jean.



Sena se dio cuenta de que había ido demasiado lejos y quiso detenerla.



-¡Espera hermana! ¡Solo estaba bromeando! ¡No pasó nada entre él y yo!-.



Sus palabras no llegaron a oídos de la directora. La anciana mujer llegó y derribó la puerta del dormitorio de Jean y comenzó a buscarle.



-¡Donde estás canalla! ¡Entrégate de una vez!-.



Al no ver a su presa dentro de la habitación, la directora se asomó por la ventana y continuó sus ataques verbales



-¡Cuando termine contigo te arrepentirás de haber tocado a mí preciosa hermanita!-.




Afortunadamente Jean pudo escapar de las garras de su ¿cuñada? justo a tiempo.


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