17 nov 2015

REVENGE OVERCAME DEATH: CAPITULO 5

hola amigos, hoy les traigo el siguiente cap. de mi novela, que lo disfruten




                                              imagen con fines artisticos


CAPITULO 5: CLASES DE ESPADA



Termine mi almuerzo tranquilamente, sonó el timbre y ahora Rize y yo (lora está en otra clase) no estamos dirigiendo a una explana para recibir nuestra siguiente clase: el entrenamiento de espada.


Al llegar note como mis demás compañeros de salón se encuentran parados frente a tres personas con uniformes  y cuando le pregunte a rize al respecto me contesto:


-ellas son parte de los caballeros de LULA, son un grupo de caballeros formidables, reconocidos a nivel mundial, ya que en sus tropas enlistan a los mejores y más fuertes caballeros de esta academia al graduarse-


Nos colocamos detrás de nuestros demás compañeros y vi de frente a las tres mujeres caballero, la de en medio, por lo que me dijo rize era al parecer nuestra maestra y capitana de los caballeros de LULA: SILVIA HORESCRECH, la más joven en llegar al puesto en la historia de la academia.


Al verla, deduzco que es una mujer de no más de 20  años, su figura es escultural gracias al riguroso entrenamiento que ha de haber llevado, su rostro estaba delicadamente esculpido, con unos hermosos ojos color chocolate y unos cabellos café claro los cuales contrastaban el brillo del sol, expedía un aura fuerte y majestuosa por cualquier lado que se viera.


 -mucho gusto estudiantes de nuevo ingreso, mi nombre es Silvia y seré su maestra en el fino arte de la espada a partir de hoy, quiero que sepan que el entrenamiento no será para nada sencillo-dijo


-ahora los probaremos a cada uno de ustedes para ver que tienen y que necesitan en su manejo de espada, aquí mis dos compañeras los probaran, así que por favor hagan dos filas delante de ellas-anuncio


Ante la declaración de la maestra mis compañeros hicieron lo que pidió y  de dos en dos empezaron a luchar contra las mujeres caballeros, lo que utilizaban eran espadas de madera, no era necesario que utilizaran sus extorquentes ya  que solo los estaban probando.


Los enfrentamientos en si no duraron mucho, pues se trataba de caballeros muy bien entrenadas contra alumnos de nuevo ingreso con entrenamiento básico tal vez, todas las batallas fueron decepcionantes a excepción de rize, cuando fue su turno, lucho con fuerza y elegancia, no solo evadía los ataques de  la mujer caballero sino que también lanzaba fuertes golpes, ella estaba luchando de igual a igual contra la caballero, no yo pienso que rize se estaba conteniendo y no estaba usando todo su potencial.


Estaba tan centrado en las batallas de mis compañeros que no me percate que me tenía que formar con ellos, ósea que en este momento estaba parado en medio de la explanada solo, lo que provoco que:


-¡HEY!-escuche la voz proveniente de detrás mío, me gire solo para encontrarme con la belleza que momentos antes se presentó como mi instructora


-veo que no te has formado, mala suerte para ti chico, toma agárrala-dijo lanzándome una espada de madera- yo te probare-


-¿está segura de esto capitana? No soy muy bueno con la espada-dije de modo bromista

-yo decidiré esto chico, veo que tienes agallas, veamos cuantos golpes resistes- anuncio con una gran sonrisa proveniente de sus hermosos labios


Ambos nos colocamos a una pequeña distancia del otro y tomamos posiciones ella ofensiva y yo defensiva


-con la posición que tomaste puedo notar que sabes cómo blandir una espada chico-dijo todavía sonriendo


-si bueno, digamos que he visto un poco-dije en tono alegre


En un momento la batalla de prueba dio comienzo, la maestra lanzo el primer ataque con la intensión de desarmarme, pero eso no sería nada fácil, con precisión desvié el ataque a un costado, al ver esto la maestra regreso la espada y lanzo un segundo ataque, ahora en dirección a mi hombro, lo que hice después fue detener su estocada con el mago sobrante de la espada.


La ahora batalla siguió con una serie de ataques procedentes de la capitana, pero ninguno dio en el blanco puesto que todos fueron ya sea interceptados o desviados por mí.


Y así continuo unos momentos, con ella atacando yo deteniendo sus ataques.


-eres bueno, pero porque solo te defiendes pero no atacas- pregunto malhumorada la maestra


-lo siento capitana, lo que ocurre es que me distraigo por lo hermosa que es, seria pecado atacara tan bella dama-dije, mis palabras eran en parte verdad y en parte mentira, es cierto que ella es hermosa pero la verdad es que sería problemático pelear enserio, por lo que solo me estoy defendiendo.


Pero la maestra Silvia no se percató de eso, porque lo siguiente  que vi fue como sus orejas y nariz se tornaba rojo.


-no juegues conmigo, eso no es verdad-dijo con el rostro ahora todo rojo


-no es juego capitana, usted es fuerte, bella y encantadora, seguro que cualquiera quisiera salir con usted-dije sonriendo


La maestra Silvia se sonrojo aún más, pero se calmó poco tiempo después y dejando mi anterior comentario de lado:


-admito que eres bueno, muy pocos de lo que entran pueden ganarle siquiera a ellas dos-dijo señalado a las dos mujeres caballero- ellas son buenas, pero no pueden seguirme el paso, veamos si tú lo logras- y con estas palabras, la capitana Silvia aumento aún más la velocidad y la fuerza de  su ataque.


-bueno maestra, lo intentare, pero no se moleste si no cumplo con sus expectativas- dije en tono cansado


Ambos sonreímos y continuamos con la batalla, la maestra silvia atacaba con una fuerza incomparable, yo por otro lado trataba de esquivar y bloquear todos sus ataques, tratando de igualar su excepcional velocidad.


 Nos encontrábamos tan centrados disfrutando la batalla que no nos percatamos cuando todos mis compañeros y las dos mujeres caballero se detuvieron para observar nuestra batalla.


Por las expresiones en sus rostros daban a entender, que no creían lo que estaban viendo, una lucha con ataques a velocidades sub-sónicas, las cuales el ojo humano no podía captar por completo.


Rize estaba estupefacta al ver la lucha que estaba teniendo, mis demás compañeros solo podían tener su boca abierta y las dos instructoras estaban rígidas al contemplar tan magnifica lucha que estábamos teniendo la capitana Silvia y yo.


La batalla se encontraba en la brecha del clímax y el final, momentos después de una serie de ataques y bloqueos, ambos tomamos distancia, mi respiración era agitada pero mi adrenalina fluía sin control recorriendo cada rincón de mi cuerpo y podía ver como la maestra Silvia se sentía de la misma manera, con una sonrisa de estar disfrutando totalmente el enfrentamiento.


-veo que todavía sigues con esa manía de no querer atacar- dijo la capitana


-bueno ya le dije mi motivo, pero si usted gusta podemos hacerlo en un solo ataque y nada más- dije


-me parece bien-dijo sonriendo


Y este sería el ataque final.


Ambos estamos completamente calmados, la maestra Silvia puso su espada de forma vertical frente a ella, yo por otra parte  opte por una posición de fácil desenvaine colocando la espada en mi cintura, como si la estuviera guardando en su funda.


Nos miramos el uno al otro, la tensión se sentía en el aire y un segundo después


-¡¡¡BUMMMM!!!-


Ambos salimos disparados a una increíble velocidad uno contra el otro, la maestra blandió su espada hacia abajo, formando un arco en descenso, se viera de donde se viera ese era un ataque sumamente aterrador.


Yo por otro lado, cargué con todo hacia adelante, y justo cuando el ataque de la maestra venia en descenso, blandí mi espada desde abajo hacia arriba en posición vertical, este era mi primer ataque en toda la batalla, pero no por eso era el más débil de los dos.


En la trayectoria, gracias a la increíble velocidad, nuestros cuerpos y espadas se difuminaron por un segundo, solo para aparecer colisionando al instante siguiente, ocasionando un fuerte estallido, eso solo podía significar una cosa:

que habíamos rasgado la barrera del sonido, dando lugar a un enorme estallido y un remolino de viento que cubrió por completo el lugar.


Todo quedo en un profundo y eufórico silencio, el polvo cubría el campo de batalla, obstruyendo la vista, tomo tiempo para que dicho polvo se asentara y tuviera una mejor visión de los alrededores.


Lo primero que note, fue la cara extasiada de los espectadores, por saber el desenlace de mi batalla de práctica, pero cuando el polvo se acento completamente, una enorme sorpresa inundo sus cuerpos ante lo que había sucedido.


Frente a ellos estamos la capitana y yo, ambos con nuestras armas una contra la otra, en la misma posición con la que atacamos, nuestra mirada no se separa uno del otro, nuestra respiración es áspera y continua, pero a pesar de todo eso, ambos tenemos una enorme sonrisa de satisfacción en nuestros respectivos rostros.


Fue entonces cuando ambos bajamos nuestras armas y la capitana se giró en dirección a mis compañeros:


-bueno chicos, esto es todo por el día de hoy, mañana empezara el entrenamiento verdadero así que prepárense, ahora vallan-dijo con voz firme


Obedeciendo a sus palabras todos dejaron sus espadas de  madera y se apresuraron a abandonar la explanada dirigiendo se a su siguiente clase, cuando la mayoría de había marchado, la capitana regreso a ver en mi dirección y dijo:


-valla que me has sorprendido chico, eres el primero que logra detener una estocada mía, mereces mi reconocimiento ¿podrías decirme tu nombre?-


-gracias capitana, viniendo de alguien tan hermosa como usted, me siento alagado, aunque no merezca dicho reconocimiento ya que lo único que hice fue esquivar-dije con una sonrisa-mi nombre es Michael, pero puede decirme micha-agregue.


Al instante la cara de la capitana se tornó de color rojo y rápidamente refuto:


-no juegues conmigo, diciéndome cosas como esas, además no me llamo capitana ya mencione que mi nombre es SILVIA-


No sabía porque, pero era muy divertido ver a la capitana tan exaltada, daban ganas de jugar más con ella, pero no sería justo hacerlo, por ello dije lo que pensaba, al final ella sigue pensando que le estoy jugando una broma.


-perdóneme señorita Silvia, pero no estaba jugando, lo que he dicho es nada menos que lo que pensaba y nada más, cambiando de tema, se  me hace tarde, pero fue un gran honor el haber podido cruzar espadas con usted, espero poder hacerlo otra vez-dije despidiéndome, me gire y trote en dirección a la salida donde posiblemente este rize esperándome para interrogarme, pero antes les entregue la espada de madera a las dos mujeres caballero.


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Mientras veía a micha irse, la capitana tenía la cara totalmente roja y parecía echar humo por la cabeza, por no decir que tenía una gran sonrisa que podía notarse a metros de distancia sin importar cuanto tratara de disimular.


Ya habiendo recobrado la compostura, se acercó donde estaban las otras dos mujeres caballeros


-esa batalla estuvo increíble capitana, y ese último ataque cabe decir que fue magnánimo- dijo la primera


-tiene razón, además no puedo creer que ese chico haya podido llevarle el ritmo, aunque al final es seguro que usted gano-agrego la segunda


Al oírlas declarar confiadamente su victoria la capitana las miro y pregunto:


-¿Por qué aseguran que yo gane?-


-bueno es seguro ya que era una batalla de practica y además usted no iba enserio, pero sobre todo porque cuando la batalla termino y el chico entrego  la espada de madera vimos esto- y diciendo eso, levanto una espada de madera con una cantidad considerable de cuarteaduras en la hoja, obtenidas gracias al devastador ataque recibido en ella


La capitana al ver el estado de la espada, solo pudo sonreír y dirigiéndose a las dos caballeros dijo:


-bueno yo no aseguraría eso-


Ante dichas palabras las dos mujeres tenían expresiones llenas de confusión e intriga, las cuales desparecieron totalmente para que unas de sorpresa tomaran su lugar, puesto que lo que la capitana les mostró fue nada menos que la espada de madera que ella utilizo en la batalla, quien al igual que la otra presentaba una considerable cantidad de cuarteaduras en la hoja.


Al ver las expresiones de las mujeres caballeros, Silvia entonces dijo:


-bueno tienen razón al decir que yo no iba enserio contra ese chico, pero también es verdad que él tampoco fue enserio contra mí, lo único que hizo  fue esquivar y bloquear todos mis ataques con un margen de perfección de diez, y en el momento en que tomo la ofensiva fue capaz de lanzar un ataque cuya fuerza rivalizaba con el mío, sin siquiera sudar o inmutarse para nada, ese chico Michael…es algo interesante-dijo la capitana, con la vista fija en donde momentos antes Michael había salido. Su rostro mostró una cálida sonrisa y por alguna razón sus mejillas se sonrojaron.


Las dos mujeres caballeros yacían ahí, totalmente consternadas por la declaración de su capitana:



Que la más fuerte de los caballeros de lula, reconociera a un chico como un digno adversario era algo simplemente ilógico, algo que nunca antes se había visto, nunca antes alguien había podido despertar el interés de la capitana…hasta  ahora al parecer.

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