IMÁGENES CON FINES ARTÍSTICOS
CAPITULO 4: EL PRIMER DÍA
Me desperté, recordando
que hoy era oficialmente el primer día de clases, así que, sin más remedio me tuve que levantar de la cama.
Tome un baño y me coloque el uniforme de la escuela, al final me ajuste mi espada en la cintura, porque es obligatorio llevar tu extorquente (arma), por si necesitas a tu espíritu para clases o prácticas.
Tome un baño y me coloque el uniforme de la escuela, al final me ajuste mi espada en la cintura, porque es obligatorio llevar tu extorquente (arma), por si necesitas a tu espíritu para clases o prácticas.
Enseguida me encamine a mi
primera clase de la mañana, el edificio escolar donde me tocaba ir se
encontraba del otro lado de la academia, por lo que tengo que pasar algunos
otros edificios como campos de entrenamiento, varios jardines y un comedor al
aire libre.
Al final llegue al
edificio, era enorme, y busque mi aula, ya en la puerta me percate que dentro
de ella se oían varias voces, como suponía, dentro del salón ya se encontraban varios de mis nuevos compañeros de estudio.
Abrí la puerta, y si, una pequeña cantidad de compañeros y compañeras se encontraban ablando entre ellos, divididos en
distintos grupos por supuesto.
Ninguno noto mi presencia,
por lo que decidí pasar sin darles importancia alguna.
Me senté en el asiento en la
esquina trasera del aula, justo al lado de la ventana, puse mi bolsa bajo la
mesa y notando que aún faltaba un poco para la clase, decidí ponerme cómodo y descansar un rato.
Así que me recline en mi
asiento poniendo mi brazo entre la mesa
y mi barbilla, con mi rostro en dirección a la ventana, viendo todo lo que estaba hacia afuera:
Ese hermoso cielo azul,
aquel denso y verde bosque hogar de una gran cantidad de seres, las jardineras
de la academia, ver ese hermoso paisaje era muy reconfortante.
Poco después el sonido de
la puerta abriéndose inundó mis oídos, al principio pensé que se trataba del maestro, por lo
que no me gire para ver quién era, lo
raro era que los cuchicheos de mis compañeros por un momento se silenciaron, como
si el tiempo se hubiera detenido, para recuperarse segundos después y con mas intensidad que antes.
Pasos comenzaron a oírse, de quien sea que se
tratara, por el sonido sabía que venía en mi dirección, lo cual me pareció
extraño, digo bueno ya que aún no entablo una conversación con alguien en esta
escuela, ahí el porqué de mi extrañes.
Los pasos continuaron
hasta detenerse frente a mi escritorio, en ese momento comencé
a sentir una fuerte mirada sobre mí, gire mi vista para ver a la persona en cuestión, lo que me llevo a sorprenderme, al ver de quien se trataba.
Ante mí se encontraba una
hermosa mujer con cabellos y ojos color rojo, una figura que podría encantar y
hacer babear a cualquier hombre y ser la envidia de cualquier mujer.
Si, se trataba de la misma mujer que había
ayudado con esas bestias y que después resulto ser la representante de los de
primer año, creo que el karma tiene algo que ver para que hayamos terminado en
el mismo grupo.
En fin cuando ella se
percató que me había girado para verla, aclaro su garganta y
-hola- me saludo
-hola- conteste
-disculpa por haberme
acercado de repente, y haberte molestado- dijo ella cortés mente
-no te preocupes, no
estaba haciendo nada especial-
-la verdad es que quería agradecerte por ayudarme con
esas quimeras ayer, me salvaste, te vi en la ceremonia de bienvenida, en ese
momento iba a hacerlo, pero cuando te busque
ya no estabas- dijo
-si…en cuanto la ceremonia
término yo me fui a mi habitación, lo siento-
-si, pero gracias a dios
no volvemos a ver hoy, y además como compañeros de grupo, creo que es
increíble- dijo- de nuevo muchas gracias por haberme salvado-agrego tímidamente
-no se preocupe por eso señorita representante, es de sentido
común ayudar a una persona en problemas-
-si pero eso no cambia el
hecho de que ayudaste y estoy muy agradecida por eso, además no me llames
representante, mi nombre es Rizeth pero puedes decirme Riz- dijo ella
-mucho gusto Riz, yo me
llamo Michael, pero puedes llamarme simplemente Micha-
Me encontraba tan centrado
compartiendo presentaciones con Riz, que no me había percatado de los
alrededores.
Todas las miradas de los
compañeros estaban dirigidas a nosotros, las mujeres con gran interés trataban
de escuchar la conversación y los hombres por otra parte solo mandaban miradas
asesinas en mi dirección.
Esto me incomodo un poco,
el hecho de que todos me miraran sin razón aparente, no me agradaba.
Pero, mi salvación llego un
segundo después, cuando el maestro abrió la puerta y entro al salón, se paró frente a la pizarra
y dijo:
-bueno, bueno, silencio a
todos vamos a dar comienzo a la clase, tomen asiento-
Todos obedecieron al
profesor y se sentaron correctamente, rize por su parte tomo asiento al lado
mío.
-buenos días tengan todos
ustedes, yo voy a ser su maestro, mi nombre es Marcos y estoy a cargo de
instruirlos en la historia y las artes que nos llevaron a ser lo que somos hoy
en día…- comenzó a hablar
-por cierto micha, el día
de admisión a la academia, no tomaste los exámenes de ingreso ¿verdad?- susurro
Rize
-ciertamente no los hice,
eso se debió a que recién llegue de un largo viaje que tuve- susurre con una
sonrisa sarcástica
-o ya veo…aparte, dime, la
ofensiva que tomaste contra esas bestias fue algo sorprendente, no había visto
un estilo de espada como ese, ¿dónde lo aprendiste?- pregunto
-a eso…no es nada
especial, solo respondí conforme a la situación, nada más que eso, y al contrario
pienso que la increíble eres tú Rize, tu estilo de espada es sublime, de no
haber sido por la emboscada habrías incinerado a esa bestia de un solo ataque,
¿me equivoco?-dije
-si bueno, quiero llegar a
ser muy fuerte, por eso vine aquí, hay alguien a quien quiero alcanzar-dijo
tímidamente
-asumo que lo harás Rize,
esa persona debe de ser muy fuerte si no puedes derrotarla en tu condición, en
este momento un contratista nivel medio no sería rival para ti-dije
-si tienes razón, es una
persona muy fuerte, pero voy a alcanzarla, por esa razón vine a esta academia,
y tu micha, ¿tienes a alguien a quien quisieras superar?-dijo
-déjame pensar…ahora que
lo mencionas, en el pasado una vez cruce espadas con alguien y al final perdí,
y por supuesto que me gustaría volver a luchar contra el-dije pensativo
Y así, la primera clase
pasó sin problema alguno, durante la clase note como Rize volteaba a verme
frecuentemente, tal vez quiere preguntarme algo más pienso yo.
Las demás clases fueron
muy interesantes, aprender cosas nuevas es muy divertido, nuestro maestro el
profesor marcos es un experto en la historia del continente, de igual manera es
un experto en seres con-tratadores, y al parecer también fue un investigador en
el desarrollo de los extorquentes.
Los extorquentes para los
que no lo sabían son las armas que utilizamos para liberar el poder de nuestro
ser contratado.
La campana sonó anunciando
la hora del almuerzo, todos mis compañeros salieron a toda prisa para comparar sus comestibles,
cuando la mayoría de personas la desocuparon me dirigí a la cafetería para
comprar los míos.
Terminado eso, salí afuera para buscar un buen lugar donde almorzar y con poca gente, debido a que no soy muy fan a las multitudes.
Luego de buscar por un
tiempo encontré el lugar que estaba buscando, en una de la esquinar de la
academia encontré una banca desgastada y vieja, que se encontraba para mi suerte desocupada, ya que era la única del
lugar, estaba bajo un viejo y enorme árbol robusto cuya sombra abarca un inmenso
espacio y mostraba aires de misterio y sabiduría.
Entonces, alegremente me senté a comer, la calma y soledad a mi alrededor era reconfortante de muchas maneras, pero al final me equivoque pensando que no había nadie mas que yo.
Estaba tan centrado en desenvolver mi comida a
causa del hambre, que no me percate de la persona parada a una distancia frente
a mí.
Su piel era de una fina tez
morena, sus cabellos del color de la plata danzaban felizmente alrededor suyo, sus
ojos color oro eran magníficos, su mirada era tan dulce y encantadora, ella era
una hermosa mujer de cabeza a los pies.
Debido a alguna
circunstancia tal vez, esta joven señorita se encontraba mirando
fijamente en mi dirección, o más bien su
penetrante mirada estaba sobre mí, en el momento en que nuestras miradas se
cruzaron, note como una sonrisa aparecía en la comisura de sus rojos labios y
su rostro se tornó de un leve color rojo.
Tal vez solo era mi
imaginación, pero bueno, la chica entonces comenzó a caminar hacia mi mesa y
tomo asiento frente a mí, nos observamos unos momentos hasta que ella con una voz angelical dijo:
-parece que es verdad, mi
padre entonces no mintió cuando dijo que estabas vivo y que además vendrías a
esta academia a estudiar-entonces una sonrisa ilumino su rostro
-disculpa, no recuerdo muy
bien pero tengo la impresión de que esta no es la primera vez que nos vemos,
¿nos conocemos?-pregunte intrigado, mientras trataba con todas mis fuerzas de
recordar
-veo que solo 6 años
bastaron para que te olvidaras por completo de mi micha, soy Beatrice, no me
digas que te has olvidado por completo de mi micha-dijo haciendo un puchero
-no, no es eso, recuerdo,
pero son recuerdos vagos o mejor dicho fragmentos de recuerdos, creo que eres
hija de un amigo de mi padre y de niños solíamos vernos, ¿estoy en lo correcto
Beatrice?-dije
-solo Beti está bien micha,
veo que recuerdas, poco pero recuerdas y si, efectivamente mi padre y el tuyo
se conocen y son muy amigos, y nosotros
solíamos juntarnos cuando éramos niños,
pero dime ¿has olvidado la promesa que hicimos hace ya 6 años?-pregunto
-perdóname, pero no puedo
recordar nada más, lo siento mucho-dije triste y decaído, no puede ser que no
pueda recordar eso que ella dice es muy importante
-veo que lo has olvidado,
no importa de todas maneras, eso me
lleva a que tal vez crucemos espada en el torneo de la academia, ahí me vengare
de ti por haberme olvidado casi por completo- dijo beti con tono molesto
Bueno tratare de recordar
la promesa, pero mientras tanto, ella tiene razón tal vez nos toque chocar
espadas en el torneo, así que como disculpa voy a luchar honorable mente
-si lo espero con ansias-
dije con una gran energía y una gran sonrisa, por alguna razón el rostro de
beti de torno levemente rojo.
Hablamos un poco más de
tiempo y luego Beti se marchó, y mientras se iba, cada cierta distancia volvía
su rostro en mi dirección, sin razón aparente.
Continúe con mi almuerzo cuando vi que rize venia hacia aquí,
con un almuerzo.
-hola micha, fui al salón
para decirte si querías almorzar juntos, pero cuando entre no estabas así que
supuse que habías salido a comer fuera-dijo
-si lo siento mucho, lo
que pasa es que aún no me adapto a la escuela-dije
-por cierto micha ¿Qué
hacía Beatrice de tercer año contigo?-pregunto interesada
-¿la conoces?-pregunte,
tratando de que me contara sobre ella para ver si eso me ayuda a recordar
-no he hablado con ella en
persona, pero aquí en la academia es muy conocida, es la segunda mejor de la
escuela, además de que se dice su
posición social es alta, y no hace falta decir lo bella que es…bueno no desvíes
mi pregunta micha, ¿Qué hacías con ella?-dijo
-no hacía nada, yo me
encontraba apunto de almorzar cuando ella aprecio y comenzó a hablar conmigo,
al parecer es una conocida mía, sé que es así, pero no logro recordar todo con
certeza-dije
-eso suena sospechoso
micha, pero lo dejare pasar de momento, ahora hay que apurarnos a almorzar que
el tiempo se acaba- declaro
Con la aparición de la
chica beti y la conversación con rize, no me había percatado de la chica
sentada junto a rize ¿en qué momento se sentó?, tal vez mi rostro mostro mi
confusión, porque rize se dio cuenta y rápidamente presento a su amiga:
-disculpa, olvide que no
se han conocido, Michael ella es mi amiga Lora, Lora él es mi nuevo compañero
de clases Michael-dijo presentándome a mí y a aquella chica llamada Lora.
A primera vista la chica
tenía un aura única, cabellos color negros, no tanto como los míos pero tienen
su encanto propio, y unos ojos oscuros como la fría noche después de invierno.
Ella se encontraba
mirándome directamente y sin titubeos, como estuviera viendo dentro de mi alma.
De momento me presente adecuadamente a ella:
-un gusto conocerla
señorita Lora, mi nombre es Michael como rize le acaba de decir-dije
educadamente
-el gusto es mío Michael,
mi nombre es Lora de igual manera, he oído mucho sobre usted departe de
Rize-dijo con una sonrisa traviesa
-solamente Micha está
bien, y dígame que es lo que rize ha dicho sobre mí, espero sean cosas
positivas-dije
-bueno, ayer se la pasó
toda la tarde parte de la noche delirando sobre quien fue el que la salvo y hoy
cuando se enteró de que eran compañeros de clase, estuvo hablando de que era e
destino que apareciera su caballero de bri…mmm¡¡-y entonces sus palabras fueron
interrumpidas abruptamente por la mano de rize
-n-no es nada, olvida lo
que ella dijo, olvídalo, mejor hay que comer, si comer-dijo una rize totalmente
sonrojada, mientras asfixiaba a lora
-s-sí, claro, hay que
comer mejor-dije
Después culminara ese
pequeño espectáculo, nos decidimos finalmente a comer, y platicar cómodamente.
Al parecer, ambas rize y
lora son amigas de la infancia, y se matricularon en esta academia, para
volverse más fuerte, por cierto lora no es una espadachín, ella entro aquí como
una persona que emplea ciertos conocimientos y prácticas con los que pretende
desarrollar cosas extraordinarias gracias al poder de seres contratados, sin la
ayuda de un extorquente, en otras palabras era una MAGA.
Sus padres de ambas
decidieron mandarlas a esta academia para que se convirtieran en grandes
contratistas, ya que las personas fuertes, hábiles y muy bien entrenados eran
muy codiciado por todos los reinos.
Al escuchar la historia de
rize y lora, de pronto un vago recuerdo cruzo mi mente, sobre una niña con la
cual jugaba mucho de niño, y algo como una promesa, pero no recuerdo nada más,
trate de poner ese asunto para más adelante mejor.
Me entere que mi próxima clase era el entrenamiento de espada, y además algo de que la instructora era una mujer muy fuerte y reconocida en todo el imperio, pero decidí dejarlo de lado como lo demas y concentrarme mejor en terminar mi almuerzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario