Anuncio
Se que ya habia escrito este capitulo, pero no me sentía conforme asi que lo volví a redactar en primera persona. Que bajo la opinión de varios a quedado mejor y que las publicaciones serán tardadas. Bueno espero que les guste
¡ALERTA!
Ten cuidado
Si estás leyendo esto quiere decir que has encontrado mis
escritos. Antes que todo tengo la obligación de advertirte que el contenido de
estas páginas cambiará tu vida y si por casualidad también eres un espiritista,
tienes el derecho de saber lo que nos están ocultando. Pero depende de ti lo
que hagas después con esto
Así que ponte en guardia, mantén tu espíritu a tu lado en
todo momento, porque quizá no vuelvas a confiar en nadie
Por seguridad he
dividido esta historia en varias etapas, de esta forma podré medir lo
comprometido que estás.
[! Si, si, ya deja de
fastidiarme, Draigon¡]
Mi compañero me está presionando para que me deje de
advertencias y que empiece a redactar la historia.
_____
& _____
Bueno, supongo que debo decir que todo comenzó en mi
ciudad Streiter City, la ciudad con mayor índice de espiritistas de nuestro
mundo
La joven generación de espiritistas se encontraba
disfrutando los últimos días de las vacaciones de verano, porque se acercaba el
regreso a clases. Pero yo, Naiden Esferien, no me encontraba de humor por ese
tema.
Si de verdad un espiritista lo está leyendo, la razón le
va a dar un ataque de risa, soy un
espiritista sin un Sheiguer. ¿Crees que bromeo? Pues me gustaría. En las
personas como yo, sus espíritus despiertan antes de la pubertad, tener quince
años y que tu espíritu no haya emergido solo
genera burlas, con el acompañamiento de la humillación que te persigue
en todo momento
De verdad, cuando me encontraba en la secundaria, era el
que concentraban la mayoría de burlas
por parte de mis compañeros. Pero la diferencia de la secundaria y la
preparatoria era como el cielo y la tierra y principalmente, prefería la caída
Bueno, iré directamente al día en que todo comenzó. Me
encontraba a unas dos semanas antes del comienzo de clases en la cuenca de un
río que se encontraba cerca de los suburbios en donde vivía. Me encontraba
reposando en el césped. A unos cinco centímetros arriba se hallaba la calle
donde transitaban los vehículos, los comunes como son los autos hasta de carga
como los camiones. Aunque en el día rara vez se les veían porque los adultos trabajaban en
el centro de la ciudad, así que los vehículos que pasaban con más continuidad
eran los camiones que traían cargas para las tiendas de los suburbios. Eso
hacía que fuera el mejor lugar para despejar mi mente de todos los problemas
que me seguían
Me pasaba horas en este lugar observando el cielo con mi
mente perdiéndose entre sus nubes. Ese día me la había pasado la mayor parte
del tiempo descansando en ese lugar que ni mi di cuenta de lo rápido que había
pasado el tiempo. No me dí cuenta que su color celeste se había puesto
anaranjado para el crepúsculo, para ser sincero creo que me quedé dormido
Había empezado a estirar los brazos y piernas cuando
sentí unas pisadas en el césped. Cuando me volteé a ver resultaba ser mi amiga
Yumi de mi misma edad de cabello castaño y una piel blanca con unos ojos
castaños. Se encontraba observándome con una expresión de preocupada que tenía
sentido porque había desaparecido desde
la mañana
-
Así que era aquí donde te escondías- dijo
Yumi
-
Déjame en paz- le respondí- Si viniste aquí
para hablar de la preparatoria, vete. Volviendo a recostarme en el césped sin
dirigirle la mirada
Pero al parecer no
había tomado muy bien mi elección de palabras porque lo siguiente que
sentí no fueron mis problemas personales sino un buen coscorrón en la cabeza
-
¡Tuve la amabilidad de buscarte porque me
encontraba preocupada y tú me recibes con esa respuesta!- dijo enredando su
brazo derecho en mi cuello girando su puño izquierdo con gran velocidad que me
empezaba a quemar la cabeza- Haré que tu cabeza quede roja como tu cabello
Se habrán dado cuenta que la personalidad de Yumi puede
ser violenta, que combinada con la mía da el resultado a una amistad
problemática.
Pero no me quejo por eso, ya que es la única persona en
mi vida que he considerado mi amiga
Cuando terminamos con nuestra pequeña… muestra de amistad
nos sentamos observando las aguas cristalinas del río que parecían brillar,
Yumi me observaba atentamente
-
¿Cuándo dejarás la cara de viejo amargado?-
preguntó Yumi
-
¡Cállate!, alguien que despertó a su espíritu
no puede saber lo que se siente cuando no lo está- respondí- Además si fuera
algo sin importancia no me afectaría. Pero lamentablemente no es mi caso
Con la terminación de mis palabras Yumi se levantó para
ponerse al frente con la expresión de un profesor en un salón de clases con
alumnos problemáticos
-
Pero tus padres y en especial, tu padre,
dijeron que dejes de preocuparte- me replicó Yumi- Dijeron que no tenía
importancia
-
¡Pues tú qué sabes!- le dije sin poder
contener las ganas de gritar, que me levanté de un solo salto- No hables como
si lo comprendieras
Me quedé respirando agitadamente porque en ese grito es
donde liberé todo los sentimientos. Pero la sonrisa en el rostro de Yumi me
hizo pensar que lo había planeado
-
¿Mejor?- me dijo Yumi con una sonrisa que
marcada su satisfacción
-
Si- le respondí- Gracias
-
Ni lo menciones. Ahora volvamos a casa, se
acerca la hora de cenar- dijo Yumi. Marchémonos juntos a casa
Si se preguntan que acaba de pasar, pues acaban de ver a
una verdadera amiga ayudar a su amigo a la forma moderna.
Estábamos volviendo a nuestro hogar que se hallaba a unas
cuentas calles cuando el cielo se puso oscuro antes que nos diéramos cuenta y
las luces de la ciudad resplandecieron opacando las brillantes estrellas del
cielo.
En el camino nos encontrábamos con personas de diferentes
edades paseando por los alrededores, como niños jugando en las calles y jóvenes
de mi edad hablando entre sí. Incluso vi a un niño espiritista jugando a las
escondidas con su espíritu que parecía un tigre de véngala con un pelaje de
azulejo, pero eso no le quitaba el buen olfato porque lo encontró enseguida
detrás de un árbol.
Aún con la apariencia de un feroz tigre ronroneaba como
gato cuando su espiritista la acariciaba la cabeza, si algo aprendimos todos
estos años de convivencia, es no juzgar a los espíritus por sus apariencias,
permitiéndonos formar amistades con estos seres.
Pero al ver a esos dos me hizo pensar una cosa en
particular. Si algún día mi espíritu despertara, como nos llevaríamos, era una
idea que duró mucho, o mejor dicho no pude pensarlo mucho porque Yumi me agarró
de la ropa, llevándome lejos del lugar
-
Nos pienses en tu espíritu- gruñó Yumi
-
No…respiro- dije por la falta de aire
Al cruzar la última calle hacia el norte, llegamos a mi
casa. Está formada por dos niveles, cuatro dormitorios, sin garaje y de simple
vista elegante en su exterior, junto con un pórtico cubierto, que adorna la
entrada de la casa y las paredes hechas de piedra bien pulida.
Te estarás preguntando ¿Qué clase de familia pueden tener
una casa así? Pues dentro de poco lo sabrán
En el momento que abrí la puerta de la casa, sentí una
aroma a torta quemada que emanaba de la cocina al final del corredor, ni
siquiera se veía el humo ni se sentía el calor en el ambiente
-
¿Qué es este olor?- pregunté- ¿Tu madre
volvió a explotar otra torta en el horno?
-
Conociéndola es lo más probable- admitió
- Ya sabes cómo es ella con la cocina.
Le encanta inventar cosas nuevas que siempre terminan fallando o se convierten
en veneno para ratas
Posteriormente nos dirigimos a la cocina con total calma
para ver lo que le había salido esta vez y desafortunadamente encontramos en la
hornalla una olla hirviente. No me atreveré a describir lo que era, pero puedo
decirles que no resultaba normal ver burbujas verdes
-
Ya lo trajiste- dijo una mujer en una esquina
de la cocina. Era una mujer de cabello castaño llevando puesto un delantal de
cocina blanco manchado. No bastaría decir que la del delantal era madre de
Yumi. Su nombre es Ginumi- Llegan justamente para probar mi nueva receta
¿Quieres saber qué es?
No me atreví a adivinar.
-
Eh… Yumi…
¿No querías hablar conmigo en mi cuarto?- dije deseando evitar la pregunta
-
¿En serio? ¿Qué cosa?- preguntó Ginumi
Trataba de imaginar una razón creíble, pero no se me
venía nada a la mente
-
Ah… Si…teníamos que hablar de… limpieza
El rostro de Ginumi se puso confuso y no la culpaba, yo
solo pensaba ¿En serio, es lo mejor que se te pudo ocurrir?
[Oh, vamos, sé que escuché una risita tuya]
Ya arruinado el momento, era un milagro para nosotros que
la madre de Yumi fuera impresionantemente… ¡ingenua!. En serio, no saben la
cantidad de veces que en su ingenuidad se creyó todas nuestras escusas para
evitar que ingiriéramos sus experimentos.
Sin embargo, cuando llegamos a mi habitación en el
segundo piso, tuvimos de verdad una charla, pero no de limpieza.
Mi habitación no era muy grande cabía como máximo tres
personas. No tenía decoraciones en las paredes, solo tenía un escritorio, una
cama para una persona recostada en la pared, una televisión sobre mi cómoda de
ropa y un armario para los abrigos, si soy sincero con eso me bastaba
-
Ocho años viviendo juntos y sus habilidades
de experimentación son nefastas- rezongué tirándome de golpe en la cama
-
De verdad es un milagro que sigamos vivos-
dijo suspirando- ¿Por cierto, tu madre
no habrá sentido ese olor?
-
Mientras siga encerrada en el estudio, no
creo que lo note- aseguré
-
¿Pero si hay un incendio?- cuestionó
-
Si no afecta su estudio, dudo que lo note. .
Cuando decía eso de mi madre, era verdad. Al mudarse la familia de Yumi con
nosotros hace ocho años, se encerró por completo en su estudio al final del
corredor del segundo piso. Recuerdo que cuando era niño mi madre era la única
que me cuidaba, cuando la familia de Yumi se vino a vivir con nosotros, Ginumi
se encargó de los asuntos de la casa, permitiéndole encerrarse por más tiempo.
Si preguntan ¿Qué está estudiando? Pues
no lo sé, pero incluso el padre de mi amiga aceptó viajar por el mundo para
recolectar información que le ayudarla. Cuando de niño me picó la curiosidad
entendí el dicho ¨La curiosidad mató al gato¨. Porque me castigo antes de saber
que era y resultaba así en cada fisgoneo
Así que en versión resumida, mis padres no están, la
madre de Yumi intenta matarnos y tengo problemas sociales. Que podría ser peor
[Si, sé que las cosas se pusieron peor, te agradezco por
recordármelo]
No obstante decidió Yumi prender la televisión de mi
cuarto, para tratar de quitar la tensión que sentimos, que se había generado en
el ambiente. Sin embargo al encenderla se encontraba trasmitiendo las noticias
en el canal abierto en una conversación del consejo de seguridad publica
Esta
noche hubo una conferencia con el consejo de seguridad pública, sobre los
recientes destrozos que ocurridos en el centro. Se informó de explosiones y de
partes destrozadas de veredas, calles, autos y hasta edificios en distintas
partes de la ciudad. Algunos testigos han afirmado escuchar extraños sonidos
antes que todo sucediera. El concejal ha afirmado que había problemas con los
cableados de la ciudad por un incremento de energía que generó unas detonaciones
que estaban destruyendo partes de la ciudad. Pero nos han afirmado que se
solucionarán en breve.
Esto
es lo que el concejal Dairo Enferient ha dicho a toda la prensa.
Y
esperaremos que estos problemas se soluciones pronto
Y ya habrán adivinado, soy el hijo del concejal Dairo Enferient. Uno de los seis líderes del
mundo espiritista eso les dará una idea general de mi situación.
Pero créanme que lo que digo de ellos no es porque los
odie, al contrario, los quiero demasiado, aunque mi madre se la pase
estudiando, siempre lo dejó todo cuando me pasa algo o tengo alguna molestia y
mi padre, que se imaginarán lo ocupado que
esta, no me dedica mucho tiempo, pero cuando lo tiene siempre intenta
pasarlo conmigo. Incluso me dicen constantemente que dejara de darle
importancia a mis problemas, así que les digo por mi opinión personal, son
buenos padres
Quizás piensan que soy demasiado terco, pero en realidad
soy muy responsable y exigente conmigo mismo. Este es otro punto que mis padres
me repiten demasiado: solamente quieren verme feliz.
Apagó la televisión diciéndome
-
Se supone que no debía pasar esto- dijo
disculpándose
-
Por favor vete- dije intentando mantener un
tono tranquilo
-
¿Pero?
-
Por favor, vete- repliqué con mismo tono de
voz
Sin presentar oposición se marchó de mi alcoba. Sabía
bien que no eran sus intenciones, pero ya no quería hablar más del tema por
hoy, así que apagué las luces de mi cuarto y sin llegar a quitarme la ropa me
fui a la cama. Sin pensar que tendría la noche más loca de mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario