Nox
Volumen 3
Parte
1
En
una habitación completamente a oscuras salvo por una esfera del tamaño de un
puño de la cual se desprendían imágenes en tres dimensiones, se encontraba un
hombre sentado en una especie de trono adornado con calaveras de distintas
dimensiones.
Él
veía entusiasmado las imágenes que se sucedían una después de otra las cuales
mostraban a un joven con facciones ligeramente femeninas peleando contra una
bestia de cientos de ojos, dicho joven le arrojaba miríadas de flechas las
cuales eran interceptadas por los rayos que salían de los ojos de la bestia.
Finalmente
después de una ardua batalla el joven derrotó a su oponente.
-¡Maravilloso!
¡Simplemente Maravilloso!-.
El
hombre se encontraba bastante emocionado.
En
ese punto las imágenes cambiaron, ahora lo que se mostraba era una batalla
campal entre bestias humanoides y soldados humanos, el mismo joven en cuestión
se encontraba en medio de todo eso, cuando la situación parecía desesperada por
la entrada en escena de un grupo de cíclopes, se adentró en batalla y retó al líder
del ejército enemigo.
En
está ocasión a pesar de encontrarse agotado y herido dominó completamente a su
oponente usando su intelecto y astucia pero lo que más llamó la atención fue su
falta de piedad ante el derrotado, sin estar satisfecho el joven humilló al jefe
de los cíclopes devorando el corazón de la bestia enfrente de él.
Con
eso el ejército enemigo huyó despavorido, pero el joven aún no estaba
satisfecho y usó una de las cuatro invocaciones masivas prohibidas por la
inquisición, “El festival de medianoche, Walpurgisnacht” con lo que se liberó
al mundo una horda de espectros que masacraron al patético ejército enemigo.
-¡Así
que hablaba en serio cuando dijo que quería usarlo contra Nirven! ¡Esto es
fantástico! ¡Nunca vi a alguien tan joven, pero tan bien versado en la
nigromancia y artes oscuras!-.
La
esfera dejó de proyectar imágenes, al mismo tiempo con un aplauso del hombre
espectador la habitación se iluminó.
-¿Qué
opinas Wolvi? ¿Crees que deberíamos hacer que se vuelva estudiante de esta
academia?-.
-
Señor director, aunque me pregunte estoy segura que ya ha decidido que hacer-.
Una
hermosa señorita de piel blanca, cabello largo y abundante, ojos de color
castaño y un fuerte cuerpo, de facciones algo bruscas le respondió al Director Rooscu con una cara de pocos amigos.
-Tienes
razón, pero solo quería escuchar tu opinión-.
Entre
risas el hombre le contestó.
-No
entiendo por qué el Famoso Director de la Academia de Nigromancia y Artes
Oscuras Shade necesita escuchar lo que una simple estudiante piense-.
-Eres
tan huraña como siempre, así nunca encontrarás pareja-.
-No
me interesan los hombres débiles y enclenques -.
El
director Rooscu le quedó observando por unos momentos después continuó
hablando.
-Ya
veo, dices eso pero en realidad piensas otra cosa, tu cola no ha dejado de
moverse de un lado a otro, ¿Eso no significa, qué estás feliz?-.
-¡Qué!
¡¿Desde cuándo?!-.
La
joven intentó ocultar su larga y esponjosa cola que era similar a la de los caninos.
-Sabes
tus orejas también son visibles-.
-¡Eh!-.
Con
su rostro rojo por la pena Wolvi se cubrió sus “orejas” con ambas manos.
-Bueno,
creo que debo prepararme adecuadamente para darle una visita a la directora Seyd.
Las negociaciones serán bastante difíciles pero tengo confianza en conseguir lo que quiero.-.
El
hombre se levantó de su asiento y salió de la habitación seguido de Wolvi quién
ya había recuperado una apariencia más humana.
Parte
2
A
los oídos de Jean llegó el hermoso trinar de los pájaros, eso fue suficiente
para despertarlo, aun así él no quería
abrir los ojos.
-Cinco
minutos más…-.
Murmuró
el cansado joven. Su semana había sido
agotadora con batallas tras batallas, el
cuerpo le pesaba y no le dejaba levantarse.
Reuniendo
toda su fuerza de voluntad abrió lentamente sus ojos, lo primero que observó fue
un rostro de bellas facciones, piel blanca como la nieve y cabello de color
carmesí todo a cinco centímetros de
su propio rostro.
Enseguida
se levantó, tomó el sable de mitril rojo
que se encontraba a lado de su cama, lo desenvainó y respiró profundamente.
-¡Carmil
Carm! ¡¿Qué rayos haces en mi cama!?-.
Jean
gritó con todas sus fuerzas.
-¡Ahhhhh!-.
Su
nuevo compañero de habitación saltó aturdido de donde estaba y luego cayó
miserablemente al suelo.
-¡¿Por
qué hiciste eso?!-.
El
joven de cabello y ojos dorados como el oro colocó el sable de mitril rojo en
el cuello de su compañero el cual inmediatamente dejó de protestar.
-Escucha
bien solo responderas a las preguntas que te haga, ¿Entendiste?-.
-Si-.
Carmil
Carm le dirigió una mirada desafiante.
-¿Qué
hacías en mi cama?-.
-¿Tú
cama?-.
Carmil
volteó a ver a los alrededores, su cama se encontraba tendida y en perfectas
condiciones pero la de su compañero Jean Nox Crow estaba hecha un desastre.
-¿Yo
dormí en tú cama?-.
-Así
es y créeme no fue nada agradable despertar y encontrar tu rostro a solo centímetros
del mío-.
Jean
le respondió tranquilamente pero era evidente que se estaba controlando.
-Lo
siento mucho no fue mi intención, la verdad es que padezco sonambulismo-.
Carmil
se inclinó en el suelo en actitud de disculpas, Jean nuevamente envainó su sable.
-Si
lo sabes ¿Por qué no te ataste a tu propia cama?-.
-¿Por
qué debería de hacer algo como eso? ¿Estás insinuando que soy un masoquista?-.
-No,
estoy insinuando que si te vuelvo a encontrar en mi cama, te encerraré en un
ataúd para que puedas descansar en paz por toda la eternidad-.
-¡¿Ni
siquiera mi madre ha logrado obligarme a dormir en un ataúd y te aseguro que tú
tampoco podrás?!-.
Carmil
ágilmente se alejó de Jean y se colocó encima de su cama inmediatamente una
lanza de oscuridad apareció en sus manos.
-¿!
Por qué rayos metes a tu madre en esta situación?!-.
-¡Ese
es mi problema!-.
-¡Te
arrojaré a un río tal y como prometí Carmil Carm!-.
-¡Inténtalo
si puedes Jean Nox Crow!-.
Los
dos se miraban fijamente a los ojos con una expresión desafiante.
Jean
creó al igual que su oponente una lanza de completa oscuridad y atacó a su
compañero de habitación, intercambiaron ataques un par de ocasiones finalmente
el joven con ojos y cabello dorado consiguió empujar a su oponente fuera de la
pequeña habitación. Los dos continuaron su pelea fuera del dormitorio de
hombres.
Sin
calmar su enojo Jean no se contuvo ante su oponente arrojándole lanzas una tras
otra, al inicio Carmil pudo detenerlas o esquivarlas pero pronto comenzó a
recibir daño real.
-“Paso
de la Sombra”-.
Jean
apareció detrás de su compañero de habitación y sin demora con ambos brazos le
tomó del cuello y le hizo una llave.
-¡Discúlpate
apropiadamente Carmil Carm! ¡Promete que no volverás a meterte en mi cama!-.
-¡Púdrete
Jean Nox Crow! ¡Me meteré en tu cama las veces que quiera!-.
Carmil
le pegó un codazo con todas sus fuerzas a su compañero, Jean le soltó inmediatamente,
los dos se quedaron frente a frente pensando en el siguiente ataque que
realizarían, cuando estuvieron a punto de reanudar sus intercambios, algo los
detuvo.
Una
multitud de personas hombres y mujeres se habían reunido alrededor de ellos
debido a la conmoción.
-¿Quién
es esa persona de cabello dorado?-.
-Parece
que es Jean Nox Crow, ¿Se tiño el cabello?-.
-¿No
es ese el presidente del consejo estudiantil?-
-¿Acaso
están teniendo una pelea de enamorados?-.
-¡Yo
escuche que el presidente se metió en la cama de Jean Nox Crow!-.
-¡Entonces
ellos dos batean de ese lado!-
-¡Yo
les apoyo, en el amor no importa el género!-.
Los
señores y las señoritas comenzaron a discutir acaloradamente sobre lo que
pensaban que estaba pasando.
En
medio de esa multitud Jean y Carmil quedaron petrificados.
De
entre la multitud tres señoritas se adelantaron, en sus bellos rostros se
dibujaba una sonrisa malévola, sus ojos parecían reflejar la oscuridad absoluta
de los abismos.
-Hola
Jean, pensábamos esperarte en la entrada del colegio, ayer vimos regresar a la
Profesora Marshall así que dedujimos que tú también habías regresado-.
La
primera en hablar fue una bella doncella de abundante cabello verde.
-Como
dice Liz estamos ansiosas que nos cuentes todas las aventuras que tuviste en tu
viaje a la Ciudad Acorazada-.
La
segunda fue Lili.
-Personalmente
yo estoy más interesada en saber por qué el presidente del consejo estudiantil
piensa que puede meterse en tu cama cuando quiera-.
La
tercera fue una rubia que tenía la habilidad de convertir un pequeño problema
en una situación de
vida o muerte.
El
miedo, verdadero miedo inundó todo el ser de Jean Nox Crow.
-No…yo…todo
esto…es… un mal entendido-.
-¿Un
malentendido? Creo que yo juzgaré eso-.
La
capitana Nelu Maeru Marshall apareció detrás de ambos jóvenes.
-¡Capitana!-.
-¡Profesora!-.
-¡No
intenten hablar o justificar sus acciones o les irá peor! Les llevaré
inmediatamente con la directora Seyd, ella decidirá su castigo por destruir
propiedad privada y por probables actos inmorales-.
Ella
al igual que las tres L tenía una mirada glacial, tomó a los dos jóvenes por el
cuello trasero de sus camisas y comenzó a arrastrarlos hasta la dirección, ya
que parecía que ellos mismos habían perdido la capacidad para conectar su
cerebro con sus piernas.
-¡Te
odio Jean Nox Crow!-.
-¡Esto
es tú maldita culpa Carmil Carm!-.
Y
así inició un nuevo día escolar.
Dormir en la cama de Jean... Carm sabe lo que quiere, ehehe
ResponderEliminar