10 oct 2015

PROLOGO VOLUMEN 3 NOX

HOLA A TODOS AMIGOS LECTORES, AQUÍ DAVID A-GATO CON EL PROLOGO DEL SIGUIENTE VOLUMEN. ESPERO QUE CONTINUEN APOYANDOME Y RECUERDEN SUS COMENTARIOS ME  MOTIVAN A ESCRIBIR MAS RAPIDA Y EFICIENTEMENTE. (GUIÑO, GUIÑO).


Nox Volumen 3



Parte 1

En una habitación completamente a oscuras salvo por una esfera del tamaño de un puño de la cual se desprendían imágenes en tres dimensiones, se encontraba un hombre sentado en una especie de trono adornado con calaveras de distintas dimensiones.




Él veía entusiasmado las imágenes que se sucedían una después de otra las cuales mostraban a un joven con facciones ligeramente femeninas peleando contra una bestia de cientos de ojos, dicho joven le arrojaba miríadas de flechas las cuales eran interceptadas por los rayos que salían de los ojos de la bestia.




Finalmente después de una ardua batalla el joven derrotó a su oponente.




-¡Maravilloso! ¡Simplemente Maravilloso!-.




El hombre se encontraba bastante emocionado.




En ese punto las imágenes cambiaron, ahora lo que se mostraba era una batalla campal entre bestias humanoides y soldados humanos, el mismo joven en cuestión se encontraba en medio de todo eso, cuando la situación parecía desesperada por la entrada en escena de un grupo de cíclopes, se adentró en batalla y retó al líder del ejército enemigo.




En está ocasión a pesar de encontrarse agotado y herido dominó completamente a su oponente usando su intelecto y astucia pero lo que más llamó la atención fue su falta de piedad ante el derrotado, sin estar satisfecho el joven humilló al jefe de los cíclopes devorando el corazón de la bestia enfrente de él.





Con eso el ejército enemigo huyó despavorido, pero el joven aún no estaba satisfecho y usó una de las cuatro invocaciones masivas prohibidas por la inquisición, “El festival de medianoche, Walpurgisnacht” con lo que se liberó al mundo una horda de espectros que masacraron al patético ejército enemigo.





-¡Así que hablaba en serio cuando dijo que quería usarlo contra Nirven! ¡Esto es fantástico! ¡Nunca vi a alguien tan joven, pero tan bien versado en la nigromancia y artes oscuras!-.





La esfera dejó de proyectar imágenes, al mismo tiempo con un aplauso del hombre espectador la habitación se iluminó.




-¿Qué opinas Wolvi? ¿Crees que deberíamos hacer que se vuelva estudiante de esta academia?-.





- Señor director, aunque me pregunte estoy segura que ya ha decidido que hacer-.





Una hermosa señorita de piel blanca, cabello largo y abundante, ojos de color castaño y un fuerte cuerpo, de facciones algo bruscas le respondió al Director Rooscu con una cara de pocos amigos.





-Tienes razón, pero solo quería escuchar tu opinión-.



Entre risas el hombre le contestó.




-No entiendo por qué el Famoso Director de la Academia de Nigromancia y Artes Oscuras Shade necesita escuchar lo que una simple estudiante piense-.





-Eres tan huraña como siempre, así nunca encontrarás pareja-.





-No me interesan los hombres débiles y enclenques -.





El director Rooscu le quedó observando por unos momentos después continuó hablando.





-Ya veo, dices eso pero en realidad piensas otra cosa, tu cola no ha dejado de moverse de un lado a otro, ¿Eso no significa, qué estás feliz?-.




-¡Qué! ¡¿Desde cuándo?!-.




La joven intentó ocultar su larga y esponjosa cola que era similar a la de los caninos.





-Sabes tus orejas también son visibles-.




-¡Eh!-.




Con su rostro rojo por la pena Wolvi se cubrió sus “orejas” con ambas manos.




-Bueno, creo que debo prepararme adecuadamente para darle una visita a la directora Seyd. Las negociaciones serán bastante difíciles pero tengo confianza en conseguir lo que quiero.-.




El hombre se levantó de su asiento y salió de la habitación seguido de Wolvi quién ya había recuperado una apariencia más humana.





Parte 2



A los oídos de Jean llegó el hermoso trinar de los pájaros, eso fue suficiente para despertarlo,  aun así él no quería abrir los ojos.



-Cinco minutos más…-.



Murmuró el cansado joven. Su semana había sido 
agotadora con batallas tras batallas, el cuerpo le pesaba y no le dejaba levantarse.



Reuniendo toda su fuerza de voluntad abrió lentamente sus ojos, lo primero que observó fue un rostro de bellas facciones, piel blanca como la nieve y cabello de color carmesí todo a cinco centímetros de 
su propio rostro.




Enseguida se levantó,  tomó el sable de mitril rojo que se encontraba a lado de su cama, lo desenvainó y respiró profundamente.




-¡Carmil Carm! ¡¿Qué rayos haces en mi cama!?-.




Jean gritó con todas sus fuerzas.



-¡Ahhhhh!-.





Su nuevo compañero de habitación saltó aturdido de donde estaba y luego cayó miserablemente al suelo.





-¡¿Por qué hiciste eso?!-.





El joven de cabello y ojos dorados como el oro colocó el sable de mitril rojo en el cuello de su compañero el cual inmediatamente dejó de protestar.




-Escucha bien solo responderas a las preguntas que te haga, ¿Entendiste?-.




-Si-.



Carmil Carm le dirigió una mirada desafiante.




-¿Qué hacías en mi cama?-.




-¿Tú cama?-.




Carmil volteó a ver a los alrededores, su cama se encontraba tendida y en perfectas condiciones pero la de su compañero Jean Nox Crow estaba hecha un desastre.





-¿Yo dormí en tú cama?-.




-Así es y créeme no fue nada agradable despertar y encontrar tu rostro a solo centímetros del mío-.




Jean le respondió tranquilamente pero era evidente que se estaba controlando.




-Lo siento mucho no fue mi intención, la verdad es que padezco sonambulismo-.





Carmil se inclinó en el suelo en actitud de disculpas, Jean nuevamente envainó su sable.




-Si lo sabes ¿Por qué no te ataste a tu propia cama?-.






-¿Por qué debería de hacer algo como eso? ¿Estás insinuando que soy un masoquista?-.





-No, estoy insinuando que si te vuelvo a encontrar en mi cama, te encerraré en un ataúd para que puedas descansar en paz por toda la eternidad-.




-¡¿Ni siquiera mi madre ha logrado obligarme a dormir en un ataúd y te aseguro que tú tampoco podrás?!-.




Carmil ágilmente se alejó de Jean y se colocó encima de su cama inmediatamente una lanza de oscuridad apareció en sus manos.




-¿! Por qué rayos metes a tu madre en esta situación?!-.





-¡Ese es mi problema!-.





-¡Te arrojaré a un río tal y como prometí Carmil Carm!-.





-¡Inténtalo si puedes Jean Nox Crow!-.




Los dos se miraban fijamente a los ojos con una expresión desafiante.




Jean creó al igual que su oponente una lanza de completa oscuridad y atacó a su compañero de habitación, intercambiaron ataques un par de ocasiones finalmente el joven con ojos y cabello dorado consiguió empujar a su oponente fuera de la pequeña habitación. Los dos continuaron su pelea fuera del dormitorio de hombres.




Sin calmar su enojo Jean no se contuvo ante su oponente arrojándole lanzas una tras otra, al inicio Carmil pudo detenerlas o esquivarlas pero pronto comenzó a recibir daño real.




-“Paso de la Sombra”-.




Jean apareció detrás de su compañero de habitación y sin demora con ambos brazos le tomó del cuello y le hizo una llave.





-¡Discúlpate apropiadamente Carmil Carm! ¡Promete que no volverás a meterte en mi cama!-.




-¡Púdrete Jean Nox Crow! ¡Me meteré en tu cama las veces que quiera!-.




Carmil le pegó un codazo con todas sus fuerzas a su compañero, Jean le soltó inmediatamente, los dos se quedaron frente a frente pensando en el siguiente ataque que realizarían, cuando estuvieron a punto de reanudar sus intercambios, algo los detuvo.




Una multitud de personas hombres y mujeres se habían reunido alrededor de ellos debido a la conmoción.




-¿Quién es esa persona de cabello dorado?-.




-Parece que es Jean Nox Crow, ¿Se tiño el cabello?-.




-¿No es ese el presidente del consejo estudiantil?-





-¿Acaso están teniendo una pelea de enamorados?-.





-¡Yo escuche que el presidente se metió en la cama de Jean Nox Crow!-.




-¡Entonces ellos dos batean de ese lado!-





-¡Yo les apoyo, en el amor no importa el género!-.




Los señores y las señoritas comenzaron a discutir acaloradamente sobre lo que pensaban que estaba pasando.




En medio de esa multitud Jean y Carmil quedaron petrificados.





De entre la multitud tres señoritas se adelantaron, en sus bellos rostros se dibujaba una sonrisa malévola, sus ojos parecían reflejar la oscuridad absoluta de los abismos.





-Hola Jean, pensábamos esperarte en la entrada del colegio, ayer vimos regresar a la Profesora Marshall así que dedujimos que tú también habías regresado-.





La primera en hablar fue una bella doncella de abundante cabello verde.



-Como dice Liz estamos ansiosas que nos cuentes todas las aventuras que tuviste en tu viaje a la Ciudad Acorazada-.




La segunda fue Lili.





-Personalmente yo estoy más interesada en saber por qué el presidente del consejo estudiantil piensa que puede meterse en tu cama cuando quiera-.





La tercera fue una rubia que tenía la habilidad de convertir un pequeño problema en una situación de 
vida o muerte.



El miedo, verdadero miedo inundó todo el ser de Jean Nox Crow.





-No…yo…todo esto…es… un mal entendido-.




-¿Un malentendido? Creo que yo juzgaré eso-.




La capitana Nelu Maeru Marshall apareció detrás de ambos jóvenes.




-¡Capitana!-.



-¡Profesora!-.




-¡No intenten hablar o justificar sus acciones o les irá peor! Les llevaré inmediatamente con la directora Seyd, ella decidirá su castigo por destruir propiedad privada y por probables actos inmorales-.





Ella al igual que las tres L tenía una mirada glacial, tomó a los dos jóvenes por el cuello trasero de sus camisas y comenzó a arrastrarlos hasta la dirección, ya que parecía que ellos mismos habían perdido la capacidad para conectar su cerebro con sus piernas.





-¡Te odio Jean Nox Crow!-.




-¡Esto es tú maldita culpa Carmil Carm!-.





Y así inició un nuevo día escolar.

1 comentario: