Fines artísticos sin shotas XD
Capítulo 22: Horas de la noche[1] (K_Night_Mare)
Resumen del capítulo anterior:
Las fichas de dominó se levantan una tras la otra y anticipan una cadena de destrucción y creación, ahora, solo falta un empujón.
Y Kimizu se quería tirar una demonio.
Parte 1
-y entonces, ¿Qué está pasando?- le preguntó Rizume Yoru a la lamia a través de la conexión telepática que estaba basada en el transporte de impulsos mágicos por las líneas Ley, magia de comunicación divina.
-no tengo ni la más remota idea- (Villeta)
Hasta ahora hemos visto el amplio poder de la mujer conocida como Villeta Salem; pero, su visión no es todopoderosa; de hecho, su poder solo le permite ver cualquier cosa que esté al aire libre, casi como si de un helicóptero a control remoto con cámara se tratase, mientras pueda manejarse en ese ambiente, la lamia puede verlo y además congelarlo.
También hay otro requisito que se aplica a las construcciones, si bien puede ver lo que pasa dentro de los lugares cerrados, esto solo es posible si hay una ventana y si el ángulo de incidencia de la imagen observada es factible; es decir, para ella es imposible ver lo que está detrás de las paredes.
Así que, Kimizu, Quiel, su secreto está a salvo. (Lo de la bañera)
Mientras tanto, estos dos de los generalmente tres representantes de las generalmente tres facciones del mundo, se quedaron en silencio.
Rizume Yoru contempló la noche que avanzaba sobre la ciudad sagrada.
Él era uno de los más grandes culpables de los cambios que se ejercían en el mundo, algo dentro de él se culpaba de lo malo, también.
-¡Ya!, ¡Ya los veo!- gritó vileta por medio de la ruta telepática.
-¿Qué hacen?
-ellos…
-¿Qué ocurre?
-ellos acaban de caer del tercer piso del castillo, se lanzaron por una ventana, creo; sinceramente no lo creo- respondió Villeta con un destono en la voz producto de lo extraño del asunto.
-¿acabas de decir que se lanzaron desde la ventana del tercer piso?
-eso dije…
-ellos… ¿están bien?
-pues… quizá.
-¡confírmalo!, no me dejes con la duda.
-no sé qué pasó adentro, pero tanto Kimizu como Dan-Quiel se acaban de lanzar desde la ventana desde el tercer piso del castillo hacia el rio.
-¿Qué rayos pasó allí adentro?
-me hago esa misma retórica.
Parte 2
Ahora bien, para entender lo que pasó, devolvámonos una media hora.
Esa escena en la que Quiel lanzó el corazón de la manzana por la ventana; ese era un dominó.
Y ahora adelantémonos unos quince minutos.
-¿Qué mierda crees que estás haciendo?-
-¡Tsch!, ¿acaso todos se confabularon para intervenir?- respondió Kimizu mientras chasqueaba la lengua.
Delante de Kimizu, una mujer se encontraba en una situación poco ortodoxa; estaba atada desnuda a lo que parecía ser un crucifijo de sombras, algo así como la versión “Mesa de Bondage” de Hastier.
Kimizu recobró la compostura y eliminó su excitación sexual al mismo tiempo mientras descendía de la cama y le ordenaba a Hastier que volviera al traje de correas.
-lamentablemente, ese duque era muy fácil de leer; planeaba asesinarnos con las mujeres demonio; después obviamente buscarían la forma de aprehender a las “culpables”.- (Kimizu)
-entonces lo que había que hacer era simple- continuó Quiel- forzar la situación en la que sea la guardia del duque que nos atacara; después alegar defensa propia, una jugada rastrera.
-no es rastrera- dijo Kimizu mientras terminaba de amordazar a la mujer demonio con las sabanas; tomó la daga de la mujer, cruzó a la habitación continua y tomó la daga de la niña- es simplemente forzar las circunstancias; en mi mundo se le llama derecho penal.
-como sea, solo salimos y huimos, ¿cierto?- preguntó Quiel.
-Así es, ¿hiciste tu tarea?- preguntó Kimizu a Quiel.
-tres metros de profundidad en la zona del centro- respondió Quiel mientras otorgaba el dato que obtuvo al arrojar el corazón de la manzana con un hilo atado al mismo.- aunque el arrastre parece ser un problema.
-no hay más opción, ¿Hastier?- (Kimizu)
-hay una ventana en el tercer piso, es la mejor opción- respondió Hastier sin cambiar de forma.
-bien, salgamos de aquí de una vez por todas- (Quiel)
-serás la vanguardia y yo la retaguardia- respondió Kimizu.
-es aterrador como todo sale de acuerdo al plan.- respondió Quiel mientras se ajustaba la ropa.
Respiraciones profundas se escuchaban mientras los niños nada normales se acercaban a la puerta; con el movimiento de la puerta, fueron revelados.
Quiel actuó como vanguardia mientras usaba magia de fuego para producir bolas de luz para iluminar el pasillo; por su parte Kimizu se paró detrás de Quiel y lo siguió de cerca.
-bien, ahora debemos hacernos notar- dijo Kimizu mientras tachaba los requerimientos de plan.
-encárgate de eso.- respondió Quiel.
-si seguimos adelante, estarán los canales de comunicación del castillo- dijo Kimizu mientras recordaba el tubo metálico por el cual había hablado el duque para llamar al mayordomo.
-sí, no creo que sea necesario.- dijo Quiel mientras apuntaba al frente con su dedo índice.
-nos encontraron más rápido de lo que creí.- dijo Kimizu mientras esbozaba una sonrisa.
Parte 3
Mientras se veían empujados por los guardias, Quiel y Kimizu huyeron bajo la ayuda de Hastier y lograron terminar junto a una cierta ventana en el tercer piso; luego, se dejaron caer.
Todo estaba preparado, pero para los guardias, ellos los habían acorralado hasta el punto en el cual ellos tuvieron que lanzarse por la ventana.
Aunque absolutamente todo estaba planeado, más o menos.
Mientras caían, Kimizu abrazó a Quiel por la espalda mientras expandía a Hastier como un par de alas para que le funcionaran de escudo; luego, impactó de lleno con su espalda sobre el agua.
Un chapoteo de agua siguió el impacto y luego, en la oscuridad de la noche, fueron arrastrados por la corriente.
La corriente del rio en dirección contraria al camino que anteriormente habían tomado los arrastró a gran velocidad por algunos minutos. Los minutos caóticos en los que los niños se veian continuamente luchando por mantenerse a flote bajo la capa de Hastier.
Los minutos en los cuales tuvieron que soportar el agua fría.
Los minutos en los que, Kimizu dejó de respirar.
Los minutos en los que Quiel lloró de desesperación.
Los minutos en los que, en un juego más grande, se colocaba una ficha de dominó.
Los minutos en los que, una figura angelical gritaba buscando una explicación por una conexión telepática a una “lamia”.
Los minutos en los cuales, otra figura angelical, sonreía de satisfacción.
Los minutos en los cuales, ciertos héroes planeaban el ataque póstumo al castillo del Duque.
Los minutos en los cuales, cierto espía oía sus conversaciones.
Los minutos en los cuales…
Los minutos en los cuales…
-¡¡OUKI!!, ¡¡NO TE ATREVAS A MORIR, MALDICIÓN!!
Quiel se encontraba dándole respiración cardiopulmonar a Kimizu.
-¡UN, DOS, TRES; UN, DOS, TRES; UN DOS TRES…!
Una vez hecha las repeticiones, Quiel acercó la cabeza al ahora pecho descubierto de Kimizu; una vez había dejado de respirar, tanto Hastier como su ropa habían desaparecido.
Era suave, era débil, pero aun así era…
Ba-dum… Ba-dum…
-¡UN, DOS, TRES; UN, DOS, TRES…!
Quiel repetía cada acción una y otra vez intentando recordar lo que Kimizu le había enseñado.
“a ver, a ver… según Ouki, lo primero es verificar el pulso; después de eso la respiración; aunque ambos se resuelven por el mismo método”
-¡UN, DOS, TRES; UN, DOS, TRES…!
“se debe aplicar estímulos para que el diafragma se reactive… aunque lo primero es eliminar el agua atrapada en los pulmones…”
-¡UN, DOS, TRES; UN, DOS, TRES…!
Mientras su cuerpo seguía un protocolo mecanico y su cerebro un pensamiento lógico, tanto el corazón como los ojos de Quiel seguían en su modo normal; ambos lloraban.
Las lágrimas se lanzaban y rampaban por las mejillas húmedas de Quiel antes de estrellarse con el pecho de Kimizu.
-¡UN, DOS, TRES; UN DOS TRES…!
-¡UN, DOS, TRES; UN…! ¡MALDITA SEA, ¿QUIÉN TE HA DADO PERMISO PARA MORIRTE AHORA?!
Bufu… cuj…**[2]
Una vez visto que el agua habia sido escupida, Quiel usó su mano derecha para sostener y oprimir la nariz de Kimizu y luego usó su mano izquierda para sostener su mandibula.
Acercó su rostro al inconsciente Kimizu y pegó sus labios a su boca; luego soplo con fuerza; luego se retiró; colocó su oreja sobre el pecho de Kimizu y confirmó su pulso pero no su respiración.
-¡UN, DOS, TRES; UN, DOS, TRES…!
Se acercó de nuevo a su boca y soplo con fuerza mientras sus lágrimas caían sobre las mejillas de Kimizu.
-¡UN, DOS, TRES; UN DOS TRES…!
Y por tercera vez…
Parte 4
Kimizu despertó.
Despertó sintiendo como primera cosa, los labios de Quiel presionándose contra los suyos, despertó viendo por primera imagen al rostro de Quiel sobre él; pero lo mas importante…
Cuando Quiel estaba alejando su cabeza con una sonrisa de alivio, Kimizu lanzó su mano sobre su cuello y lo acercó a su propio rostro; sus labios se tocaron por cuarta vez.
Kimizu abrió sus ojos como platos…
-tus labios…- rompió el silencio Kimizu mientras aun sujetaba su rostro a pocos centímetros del suyo- …están fríos.
-¿eh?- Quiel hizo un ruido débil con su rostro aun cerca del de Kimizu.
-¿acaso estás loco?, ¿sabes lo peligroso que puede ser una hipotermia?, lo primero que debiste hacer fue quitarte la ropa y calentarte con una hoguera.
-pero… no estabas respirando.
-yo…- Kimizu expandió sus ojos nuevamente- ya… veo, gracias.
-¿una hoguera?
-si- asintió Kimizu mientras trataba de levantarse, en ese momento sintió la factura de la hipotermia sobre su propio cuerpo.
-principio de carácter destructor, cuyo color es el rojo y cuyo símbolo la llama; bajo tu nombre de Phyro, protege y destruye; regresa todo a origen, Hot Field.
Una capsula de leves llamas envolvió la oscuridad alrededor de los niños mientras le otorgaba un clima cálido al ambiente.
-supongo que incumplí mi orden, Ekaterina-sama, pero ¿sabes?, tu hijo es un niño fuerte- dijo Kimizu mientras empezaba a cerrar los ojos- solo por eso, sé que podré despertar de nuevo.
Por su parte, una Lamia que observaba el mundo, les habló a un héroe y a una madre.
-~me alegra que estén bien~
[1] Horas de la noche: (夜) Yoru, Rizume Yoru: (里ズメ 夜)
[2] Sonido de alguien tosiendo agua.
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