6 jun 2015

NOX 2 CAPITULO 2


Aquí esta el siguiente fragmento, espero les guste.



Imagenes cOn fines ilustrativos.





NOX VOLUMEN 2, CAPÍTULO 2


-Liz, Lili miren por ahí, hay un montón de cuervos amontonados alrededor de algo, vayamos a ver que es-. Con su tono alegre de siempre Laur les comentó a sus compañeras mientras las arrastraba hacia el lugar de los hechos.

Cuando llegaron encontraron a su compañero Jean con los ojos desorbitados, alrededor de su cabeza había una gran depresión en el suelo, mientras el resto de su cuerpo estaba al ras de suelo, pareciera que algo hubiera sumido su cabeza profundo en la tierra, una huella de un gran zapato estaba marcada en su rostro.

-¡Despierta! ¡Despierta!-.Liz se hincó al lado de él y empezó a sacudirlo para hacer que reaccionara.

-¡Abre los ojos!-. Como las palabras no parecían funcionar Lili uniéndose a su compañera empezó a darle bofetadas con todas sus fuerzas.

Laur no paraba de reírse mientras se agarraba el estómago.

Viendo la mirada de reproche que sus amigas le dirigieron decidió tranquilizarlas.

-No se preocupen déjenmelo a mí, yo sé cómo despertarle-. Dijo la bella rubia con seguridad.

Laur había concluido que el propietario de la huella en el rostro de Jean era la Profesora Maeru, primordialmente porque se trataba de la marca dejada por una bota tipo militar, aunque no era la única persona que usaba ese calzado en toda la escuela, como segunda razón aparentemente dedujo que fue un ataque unilateral, no parecía que su compañero se halla defendido algo que solo era posible si efectivamente se tratara de la capitana, ya que él le tenía gran respeto y demasiado miedo.

Agachándose acercó su rostro cerca del oído de su compañero y pronunció las siguientes palabras:

-¡Jean levántate, la Capitana Maeru está regresando para seguir golpeándote-.!

Como si se tratara de un conjuro mágico, el joven se levantó y recobró el conocimiento inmediatamente.

-¿Dónde está? ¿En qué dirección? ¡Por favor escóndanme de ella!-. Claramente con miedo Jean se aferró  a su compañera más cercana, Laur se había alejado cuando el despertó.

Mientras Lili con la pena dibujada en su rostro se intentaba quitar de encima a su compañero, Laur y Liz se pusieron a reír a carcajadas.

Cuando todo se hubo tranquilizado, las tres L empezaron a cuestionar a Jean.

-¿Te volviste a pelear con la Profesora Maeru?-. Laur preguntó mientras se limpiaba las lágrimas de sus ojos.

-…No se… Solo recuerdo que empezó a perseguirme con una rabia asesina emanando de ella… por alguna razón tengo la impresión de que se trataba de algo importante pero mi memoria se vuelve borrosa y difusa-.

-Bueno, no pienses en eso si es algo importante eventualmente recordarás-. Liz intentó consolar a su compañero.

-Bueno ahora tenemos que dirigirnos al examen intergrupal con el Profesor Nirven-.Lili aún tenía el rostro rojo por la pena de haber sido abrazada fuertemente por un hombre, y se dirigió a los demás desde una distancia bastante alejada de Jean.

-¡Ehhh! ¡El examen era hasta el quinto periodo! ¡¿Eso quiere decir que estuve inconsciente durante dos clases?!-. El estómago del vizconde hizo un estruendoso ruido.- ¡Ni siquiera he podido almorzar!-.

-No te preocupes, como no apareciste a la hora del almuerzo te guardamos esto-.Liz le extendió dos sándwiches.

-¡Ah! Muchas gracias Liz.-Jean agarró fuertemente las manos de su compañera y la miro apasionadamente a los ojos, después tomó los sándwiches y comenzó a devorarlos.

La doncella de ojos y cabello verde claro también tomó distancia del joven, al igual que Lili su rostro estaba rojo y su cabeza echaba humo.

De esa manera se dirigieron a la Arena número 1 para exámenes de práctica.

Tres grupos completos se habían reunido en el lugar acordado.

-Pongan atención, no se  distraigan por favor, verán debido a que fuimos atacados recientemente, todos los profesores nos pusimos de acuerdo en que era necesario cambiar el enfoque de estudio, por esa razón el examen de hoy se tratará de la aplicación práctica de sus conocimientos relacionados a la materia que imparto-.

Comprobando que todos estaban escuchando atentamente continuó con la explicación.

-Allí atrás como podrán observar hay materiales siéntanse libres de usarlos,- El profesor señaló una inmensa pila de huesos detrás de él, dejando en claro que quería de sus estudiantes.

- Se enfrentaran a mí, usaré habilidades relacionadas con la nigromancia para probar que ustedes tienen el conocimiento y habilidad suficientes para protegerse de los muertos vivientes, se han instalado “Orbes Expiatorias” que absorberán cualquier daño en lugar de ustedes, pero la sensación de dolor permanecerá-.

Protestas legítimas se escucharon por todas partes, una cosa era conocer nigromancia y otra ponerlo en práctica, si las cosas continuaban de esa forma la mayoría estaba seguro que reprobaría sin poder hacer nada.

-¡No se supone que este era el examen más fácil¡. Un estudiante anónimo expresó el pensamiento general.

De cualquier manera fueron ignorados.

-¿Quién quiere pasar primero?-. La voz estoica del taciturno profesor se burló de ellos.

-En ese caso déjeme pasar primero profesor-. Un valiente alumno de complexión musculosa y tez morena se ofreció, se trataba de Rarte.

Antes de que pudiera dar un paso hacia adelante, una mano se aferró a su hombro deteniéndolo en seco.

-Ya veo, eso significa que podemos ir con todo…Rarte, lo siento pero permíteme ir primero-.

Jean tenía una mirada asesina. En voz baja añadió al oído de su compañero:

-El profesor me las debe además he estado muy estresado estas semanas, antes de que destruya la escuela déjame pasar primero-. La presión en el hombro de Rarte aumentó.

-Está bien- El joven de complexión musculosa cedió su lugar, su cuerpo temblaba ligeramente.

El agarre en su hombro desapareció.

-Ya escuchó Profesor Nirven, yo seré el primero, no sea tan exigente conmigo-. 
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Los dos contendientes se colocaron en medio de la Arena frente a frente. El público se encontraba en las gradas.

Del cuerpo del Profesor emanaba un aura azul-grisácea, la del estudiante además del azul-gris contenía tonalidades negras.

Ambos estaban armados, Jean con una daga negra en su mano izquierda, su oponente con un báculo en su mano derecha.

-“Levántense”-.

Jean apuntó la daga en dirección a la pila de huesos los cuales empezaron a moverse tomando forma, veinte esqueletos de cuyas cuencas emanaban un miasma rojo se colocaron delante del joven.

-“Despierten”-.

El profesor Nirven dirigió igualmente su bastón creando el mismo número de no-muertos.

-¡Ataquen!-. Ambos dieron la orden.

Los dos grupos entraron en combate.

Jean,  se hizo un corte en la palma derecha con su daga.

-“Lanza de Sangre” –

Con su propia sangre creó una lanza y corrió hacia su profesor embistiendo a los esqueletos enemigos con su nueva arma, cuando estuvo cerca de su oponente la arrojó.

El profesor Nirven desde su lugar creó un escudo de hueso y detuvo el ataque, cuando el arma impactó empezó a corroer el escudo
,.
-“Bone Spear”-El taciturno hombre, respondió creando una lanza de hueso y arrojándola hacia su alumno.

Desde ese punto la batalla se volvió un intercambio de proyectiles de hueso y sangre. Tras diez minutos, los esqueletos creados fueron totalmente destruidos atrapados en la intensa refriega.

-Ese fue un buen calentamiento, es hora de que nos pongamos serios, ¿No lo cree así Profesor?-.El joven Vizconde parecía estar disfrutando la pelea.

-Sí, parece que es hora de comenzar el segundo round-. El profesor Nirven sacó un reloj de bolsillo de su túnica y lo arrojó al aire, recitando un conjuro.

-Le hablo a aquellos caídos, recuerden, los viejos tiempos siempre son mejores, regresen a aquellos días dorados, y pónganse en pie una vez más-.

El reloj se desintegró en partículas que cayeron en medio del campo y fueron absorbidas por los huesos.
Nuevamente una tropa de esqueletos se levantó, pero a diferencia de los primeros estos tenían armas y armaduras de metal.

-Impresionante, lo que se esperaría de usted-. Jean parecía ligeramente sorprendido.

Levantando su mano derecha la cual tenía un corte comenzó con su encantamiento.

-Los muertos envidian a los vivos, los vivos sangran, los muertos no, la sangre es vida, los muertos  desean vivir, yo les daré sangre, yo les daré vida, así que beban, regresen al mundo de los vivos y destruyan a mis enemigos-.

Varias gotas de sangre se dispersaron desde su mano hacia los restos óseos que yacían esparcidos por toda la arena.

Otra tropa de esqueletos se formó delante de Jean, pero estos se tornaron de color rojo y aunque no tenían armas o armadura de metal, estos eran del doble de tamaño que los del profesor, en sus manos portaban inmensos garrotes de hueso.

Mientras tanto en las gradas los estudiantes estaban estupefactos, ya que se suponía que iban a presentar un examen no a participar en un pandemónium, sangre y huesos volaban por todas partes.

A pesar de eso cuando terminó el primer round nadie se movió de su asiento.

Varios profesores y algunos invitados se encontraban entre el público, sin embargo sus reacciones eran diametralmente opuestas a las de los estudiantes.

Estaban bastante interesados en el repertorio de técnicas que los dos contendientes estaban usando.

-Ya veo, ahora que recuerdo Nirven usa principalmente el estilo oriental de nigromancia, ese joven parece usar más el estilo de la vieja escuela occidental, valió la pena venir a ver-. Un hombre de rostro pálido, con una inmensa barba negra y algo rechoncho, vestido con una túnica negra observaba con ojos de codicia sumido en su evaluación.

-Tal vez debería hablar con la Directora  Seyd…-. Antes que continuara murmurando sus pensamientos fue interrumpido.

-Ni siquiera lo piense  Director Rooscu, los profesores no lo dejaremos ir tan fácil.- Una anciana mujer, la profesora Gray estaba sentada a su lado.

-Si se lo lleva estaríamos muy aburridos-. Añadió.

-¡Oh! ¿Debo deducir que ese joven es una persona muy interesante?-. El hombre apellidado Rooscu parecía más interesado.

Antes que continuaran con su conversación, escucharon unas voces muy ruidosas entre el público.

-¡Apuesto 30 monedas de oro a Nirven!-. El profesor de espada estaba haciendo negocios con sus compañeros.

-¡Yo apuesto a que el Joven Nox termina la pelea usando su nombre mágico, 45 monedas!- El profesor de magia también estaba participando.

-¡Siempre he estado pensando que Nirven es un poco debilucho, apuesto 50 monedas a Nox!- El profesor de artes marciales valoraba más las habilidades físicas que la magia, conociendo la capacidad de su estudiante decidió confiar en él.

-En ese caso yo apuesto esto…- Sin querer quedarse atrás la mujer elfo sacó algo de entre su gran escote aparentemente sin sentir pena ante su comportamiento.

-…a que termina en empate-. Lo que les mostró a sus compañeros fue una piedra preciosa.

-¡Un diamante!-. Todos exclamaron al unísono.

-¡Profesores por favor paren con esto, las apuestas son ilegales!- La única con sentido común, la capitana Maeru intentó detener a sus compañeros.

Ante tal escena el director Rooscu no pudo contenerse la risa.

-El paso de la sombra-.

Recitando ese corto conjuro, Jean apareció atrás de su oponente, con una nueva lanza sangrienta en mano, intentó atravesarlo.

El joven había decidido cambiar de estrategia y empujar la pelea hacia una de corto alcance.

Ligeramente sorprendido el Profesor Nirven desvió el ataque con su báculo, pero el joven siguió presionando, cuando su oponente intentaba hacer distancia, Jean volvía a aparecer desde cualquier sombra cercana.

-¡Orbe de hueso!- Varias esferas rugosas de color blanco  aparecieron alrededor del Profesor y explotaron soltando gran cantidad de fragmentos.

Jean sabía que si usaba el mismo conjuro de sombra para escapar de todos modos sería atrapado por la metralla, así que no se movió de su lugar.

Varios esqueletos de ambos bandos fueron alcanzados por el extenso ataque y fueron destruidos, una nube de polvo se alzó cubriendo momentáneamente el centro de la arena.

Todos los espectadores guardaban el aliento esperando el desenlace de la pelea.

Cuando todo se hubo aclarado. Los dos contendientes estaban de pie.

Jean estaba rodeado por un domo oscuro de lo que parecían ser rostros de espíritus o almas agonizantes. 

Además de ser alejado bastantes metros por la explosión parecía intacto.

-Eso estuvo cerca-. Haciendo ademan de  limpiarse el sudor desactivo su horrible defensa.

-Eres más duro de lo que creí Joven Nox, supongo que habrá un tercer round-. El profesor puso un rostro serio.

-Jiang Shi-.

Sin perder tiempo saco varios talismanes de papel y los arrojó a su oponente.

Los talismanes brillaron momentáneamente y en el aíre tomaron forma humanoide, rostros azules, vestidos con ropas orientales, con los brazos extendidos, en vez de manos tenían amplias navajas de metal que dirigieron hacia el joven, el cual las esquivó grácilmente.

-¡Mudmen!-.

Azotando su pie en el suelo sin perder más tiempo Jean invocó las almas de aquellos que habían tenido una muerte desesperante y espantosa mientras se ahogaban en los pantanos sin poder hacer nada maldiciendo su suerte, desde delante de su pie surgieron seres de lodo con una rudimentaria forma humana, que  chocaron contra los zombis de navajas filosas, las cuales se tornaron inútiles al combatir contra seres que aparecían nuevamente después de cortarlos, hundidos en el fango quedaron fuera de combate.

-Mar de huesos-  Inmediatamente después usando el tiempo ganado, el profesor Nirven que se había movido hasta el otro lado  de la Arena con los brazos levantados activo otro conjuro.

Una ola de huesos de varios metros de altura avanzó aplastando y llevándose todo a su paso, los esqueletos que no habían sido destruidos intentaron huir hacia el otro lado pero…

-Si así es como quiere jugar, está bien-.Con una sonrisa que no mostraba ni una pizca de miedo, extendiendo sus brazos en una posición similar a la de su oponente, Jean respondió con otro conjuro.

- Miseria, Muerte y Putrefacción se extienden no importa donde los vivos vayan-. Con esas palabras un miasma verdoso, marrón y negro  apareció dirigiéndose desde su ubicación hacia el ataque enemigo.

Los dos grandes conjuros chocaron, ni uno parecía ceder, la ola de niebla oscura y verdosa haciendo honor a su nombre descomponía todo lo que tocaba, la ola de hueso sin embargo se regeneraba inmediatamente.

Los no-muertos atrapados entre los dos ataques desaparecieron sin dejar rastro.

Huesos empezaron a salir disparados en todas direcciones, el miasma empezó a llenar la arena central dirigiéndose hacia los asientos de espectadores, los cuales sin perder tiempo subieron hasta la parte más alta, solo para ver horrorizados que donde estaban sentados antes ahora tenía un aspecto de haber sido derretido.

Después de un tiempo los dos ataques desaparecieron.

Nuevamente los dos oponentes estaban de pie, salvo que en esta ocasión, mostraban haber recibido daño, ambos tenían la ropa rasgada hasta tal punto que solo parecían tiras de tela.

Caminaron hacia donde estaba el otro cuando estuvieron a 2 metros de distancia Jean tomo la iniciativa, soltando su daga, sacó una muñeca de tela de sus destrozados bolsillos que recordaba las características de su profesor.

-¿Una muñeca vudú? ¿Cuándo?-. El taciturno hombre parecía preocupado por primera vez.

-La había hecho de antemano, durante la lucha obtuve el último ingrediente que necesitaba, uno de sus cabellos, con esto terminaré este examen.- 

Sonriendo maliciosamente el joven le respondió.

-¡No, si yo lo hago antes!-. El profesor Nirven soltando su báculo sacó otra muñeca pero esta era de paja y rudimentaria, tenía el nombre de su alumno escrito en su pecho-.

-¿!Una Muñeca Maldita!?-. El joven tambien se sorprendió.

Los dos tomaron acción.

Jean golpeó su muñeca en la entrepierna, su oponente hizo lo mismo.

Una fracción de segundo después, por primera vez en todo el transcurso de la pelea ambos gritaron de dolor, cubriéndose sus partes y cayendo al suelo con espasmos en todo su cuerpo.

Los hombres que vieron la escena instintivamente cubrieron su entrepierna sin importar si eran estudiantes, visitantes o profesores, mostrando rostros de dolor en empatía por sus compañeros caídos.

A lo lejos solo se podían escuchar las carcajadas de cierta chica rubia.


De esta forma el examen concluyó.

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