Hola a todos mis mas sinceros saludos les doy la bienvenida a mi primera publicación que es nadamas y nada menos que una pequeña historia que se me dio por escribir espero que les guste este prologo que estoy por dejarles asi que nos vemos que disfruten la lectura tanto como yo el escribirla
En medio de un salón de clases me encontraba yo, Takamiya Shiro un chico normal de instituto, si tuviera que describir mi apariencia es la complexión normal un poco fuerte, un poco alto, cabello castaño , con una actitud que algunos describirían como apática, soy una persona simple que no le gusta ser molestada por terceros, quisiera decir que soy normal, pero por desgracia creo que de ser normal esto no se volvería una historia interesante, pero dejemos eso al lado por el momento ya que este monologo auto dictado por el escritor esta por acabar.
- Arrg que aburrido-.
- Vamos no digas eso hay muchas cosas entretenidas en la escuela Shiro-kun.
- ¿Como que?.
- Ver a los niños mas débiles sufrir bullying-.
- ¿Sabes que eres un asco de persona?.
- ¿Piensas eso?.
- Eres un sádico.-
- Tampoco es que te importe lo que hago-.
- Tienes razón en eso.
Aquí es donde mi personalidad se nota mucho, tiendo a ignorar todo lo que me rodea sin excepción así evito problemas innecesarios, ademas disfruto estar solo.
- Oh mira lo están molestando.
- ¿Y que quieres que haga yo al respecto?.
Este otro personaje que a estado molestándome desde el principio es mi compañero de clases Hiraya Riuyi, es el clásico estereotipo del chico popular, bien parecido, inteligente, con una personalidad que brilla como el sol, es el tipo de personas que odio que se me acerquen ya que solo traen problemas.
- Vamos no te da pena ver a un pobre niño débil ser intimidado por un bruto salvaje.
- Ey enano ya te dije que no me gusta este sabor, ve a la maquina expendedora y tráeme otro.
- S-si enseguida.
E aquí otro estereotipo, un pequeño indefenso, con cara casi de niña, pelo algo largo, si vistiera uniforme de chicas realmente parecería una niña, ese chico se llama Midoriya Deisuke, y por otro lado podemos ver a un chico alto, un poco musculoso, con un ego por las nubes , ese chico es Kotegawa Saito.
- Dices que no te importa pero yo se que eres todo un justiciero.
- Eres muy molesto.
Dentro de este salón de clases hay varios clásicos estereotipos, matones, populares, inteligentes y otros mas.
- Ey ustedes dos ya dejen de molestar a Midoriya-kun.
Y como caída del cielo llega la chica que tiene un verdadero sentido de justicia o al menos mas que el mio, una chica con cabello negro atado en cola de caballo con estatura promedio, una mirada que grita justicia en muchos sentidos mientras sostiene una espada de madera en su mano, esa chica es conocida como Aoyama Sakura hija del dueño con el Dojo de Kendo mas importante de la ciudad.
- Tch ya lo resolveremos en otro momento.
El matón se fue del salón de clases con sus secuaces, al mismo tiempo sale otra chica detrás de Sakura.
- ¿Estas bien Deisuke-kun?.
- sniff* sniff* si gracias Kaori-chan por ayudarme.
- yo no hice nada fue Sakura-san la que te defendió.
- Gracias Sakura-sam, no se que me abría pasado sin ti.
- No hay problema, pero eres un hombre muestra algo de agallas.
- Ugh.
Después de unos minutos llega la maestra al salón de clases y todos se sientan en sus lugares y todo transcurre sin ningún problema hasta que finalizan las clases.
- Como odio a los chicos como Saito, aprovechándose de los débiles, que falta de honor tienen.
- Ya Sakura-chan tranquilízate.
- Cierto Sakura-san si te enojas demasiado sera malo para tu salud-
- Tu no te metas en esto Riuyi-kun.
- Ey.
- ¿Que sucede Shiro?.
Me mira con dudas Kaori, una chica muy tierna adorada por todos los hombres de la escuela, cabello largo y castaño, con una apariencia casi como de Idol que a hecho suspirar a mas de un hombre y para rematar tiene una personalidad muy amable con las personas lo que la hace aun mas popular.
- ¿Porque están todos ustedes aquí?.
- Pero que dices Shiro ¿Acaso te molesta nuestra presencia?.
- Me molesta, sobre todo porque todo el mundo parece querer matarme con la mirada.
- Nadie aquí quiere eso ¿verdad?.
dice Kaori al mismo tiempo que voltea a ver a todos con una sonrisa que cautiva a todos los chicos y a varias chicas también, incluso Saito y sus matones tiene una expresión estúpida en sus rostros
- *suspiro* .
- Ya Shiro, Kaori-chan no lo hace con mala intención,
- Como sea.
Todo continua normalmente el resto del día, clases que causan tal aburrimiento que realmente hicieron que me quedara dormido hasta el final de las clases.
- Shiro Despierta.
- ¿Ah?.
Abro los ojos y veo al mismo niño indefenso de esta mañana.
- Ya acabaron las clases.
- Ya veo, gracias por despertarme Deisuke.
- No hay problema.
Cualquiera que lo viera de primera vista pensaría que es una chica que alguna clase de fetiche por vestirse como hombre.
- Tu ¿Enrecio eres hombre?.
- Que cruel Aniki, todo el mundo abusa de mi pero no lo crei de usted.
- Para hay un segundo, realmente no es de mi interés lo que te suceda mientras no me molesten.
Seguramente varios se preguntaran porque este niño/niña esta aquí y me llama aniki, la razón es que hace un par de semanas que si podía ser mi discípulo, al principio lo rechace pero insistió día tras día hasta que finalmente acepte para que no me molestara.
- ¿Y que aremos hoy aniki?.
- Ya te dije que dejes de llamarme así, mi nombre es Shiro S-H-I-R-O y aunque me digas que quieres ser mi discípulo no tengo ni idea de que hace.
- No te preocupes aniki, solo actúa normal.
- Y al final ¿que gano yo?.
- ¿Quieres comer algo?-
- Tu invitas.
- Claro aniki, así estaré un paso mas cerca de convertirme en hombre.
- Como digas.
El resto del día siguió como cualquier otro sin incluir al niño afeminado, finalmente llego a casa.
- Ya llegue.
Como si alguien me fuera a responder en esta enorme casa sin vida a la cual regreso, camino hasta mi cuarto pero algo me interrumpe en el camino.
- Bienvenido.
Era Kaori que se encontraba en la cocina preparando la cena.
- Hola.
Olvide mencionar que kaori es mi amiga de la infancia, hemos sido vecinos desde que tengo uso de la razón, por lo cual no es raro que entre a mi casa.
- Tu padre llamo, dijo que en unas semanas pueda venir a visitarnos.
- Ya veo.
Kaori mi mira directamente, se nota la lastima que siente por mi en su mirada, es tanta que casi duele.
- ¿Cuantos años han pasado ya desde ese incidente?.
- Cinco.
- Sabes que no fue tu culpa ¿cierto?.
Se para justo al lado mio y delicadamente con sus manos lleva mi cabeza a su pecho, cualquier otro chico estaría feliz por esto pero yo no en particular, quizás es por que llevamos tanto tiempo juntos que a mis ojos es mas como una hermana.
- Yo estaré contigo, así que no te preocupes-.
Después de de eso termino de cenar, me doy un baño y me voy a mi cuarto a dormir.
- Buenas noches Shiro.
En el momento en que me quede dormido tuve un sueño extraño, me encontraba cayendo en una gran oscuridad mientras sentía un enorme dolor en mi pecho, pero al despertar no recordaba los detalles aunque en dolor persistía un poco.
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- Ya es hora de que se cumpla la profecía.
- Los Héroes de otro mundo serán invocados.
- Y finalmente la paz llegara.
(Espero que les guste este prologo si les gusta decírmelo en los comentarios)
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